Caso Deborah Fernández: claves y contradicciones

SUCESOS

17 años y siete meses después de encontrar su cadáver, el Juzgado de Instrucción número 2 de Tui (Pontevedra) acordó reabrir el caso de la joven viguesa

Falta un año para que prescriba el crimen y la investigación está siendo a contrarreloj para averiguar más detalles y aclarar los hechos

Caso Deborah Fernández: claves y contradicciones
Caso Deborah Fernández: claves y contradicciones
D. S.

30 de diciembre 2021 - 17:45

En 2002 la joven viguesa Déborah Fernández era localizada muerta tras diez días tirada en un cuneta en la localidad de O Rosal (Pontevedra). Desapareció a los 22 años cuando había ido a correr y diez días después apareció su cadáver a 45 kilómetros de la playa de Samil.

Tras años de investigaciones infructuosas en 2010, la justicia archivaba la causa. Pero en 2019, 17 años y siete meses después, el Juzgado de Instrucción número 2 de Tui (Pontevedra) acordó reabrir el caso. Ahora, que falta un año para que prescriba el crimen, la investigación está siendo a contrarreloj y se intentan averiguar más detalles para aclarar los hechos. Estas son las claves y contradicciones que se han encontrado hasta el momento en el caso Deborah Fernández.

Claves y contradicciones en el caso Deborah Fernández

Cartel de la búsqueda de Deborah Fernández
Cartel de la búsqueda de Deborah Fernández
  • La aparición del cadáver. El cuerpo de Deborah fue hallado desnudo y lavado en una cuneta de O Rosal diez días después de su desaparición, en un escenario lleno de pistas falsas. El asesino intentó simular una agresión sexual. Junto al cadáver se encontró un preservativo y del interior de la vagina se extrajo una muestra de semen. La familia siempre ha defendido "que ese resto biológico fue introducido allí cuando Deborah ya estaba muerta".
  • La causa de la muerte. Durante mucho tiempo la Fiscalía no descartó la muerte súbita como causa del fallecimiento de Deborah, a pesar de que su cuerpo apareció a 40 km. del lugar donde fue vista por última vez. Tras la exhumación del cadaver, la familia tiene claro que el fallecimiento se produjo por asfixia por sofocación.
  • El ex novio. A pesar de que la familia tiene claro que todos los indicios apuntan hacia él, y pese que la policía lo pidió en varias ocasiones, la expareja de Deborah nunca ha sido citada a declarar en sede judicial como investigado. En un principio negó mantener una relación con la joven, cosa que admitió más tarde.
  • Las declaraciones de los testigos. Con unas diligencias llenas de contradicciones en las declaraciones de los testigos sobre los movimientos del ex novio el día de la desaparición, cuando la familia de la desaparecida logró que la jueza volviese a interrogar a una de las testigos (amiga de la fallecida) porque veían contradicciones en su declaración inicial, esta alegó "fallos de memoria" o "falta de recuerdos". Tampoco se había citado a declarar a una prima de la chica, última persona conocida que la vio con vida y habló con ella antes de la desaparición. Algo inexplicable que no ocurriera hasta la reapertura de las diligencias en 2019.
  • El vehículo del ex novio. Según afirma Rosa, hermana de Deborah, después de que el coche de la expareja de la fallecida, aparcado en un parking público los días posteriores a la desaparición, desprendiera un fuerte olor, el principal sospechoso alegó que "con el despiste, se le había olvidado una caja de langostinos en el maletero y se había descongelado". A fecha de hoy ha sido imposible localizar a los empleados del parking en ese momento, que podrían confirmar esta pista aportada por la familia.
  • El ordenador de Deborah. El informe encargado por la familia a una firma especializada, después de tener acceso al ordenador personal de la joven, revela que fue "manipulado concienzudamente" para "borrar su contenido". La hipótesis es que alguien con conocimientos informáticos eliminó todo rastro de correos electrónicos, descargas, historial de conexiones a Internet o mensajes de Messenger.
  • Los fallos en la investigación. La investigación, desorientada por todo un conjunto de pistas falsas colocadas junto al cuerpo de la joven, terminó siendo archivada para ser reabierta en 2019, gracias al esfuerzo de la familia de la fallecida. Una muestra de los errores o negligencias es la aparición, dos años después del suceso, de un ramo de flores de 400 euros en el lugar donde apareció la joven, ramo que no había encargado la familia. Puesto en conocimiento de la Policía, trataron de buscar al pagador a través de los pagos bancarios de la floristería. ¿Qué había pasado para 'fallar'? Buscaron pagos entre abril y julio de 2002, cuando el ramo había aparecido en 2004.
  • La exhumación del cadáver. A pesar de haber pasado 19 años del fallecimiento y que el cadáver estuviera 'deteriorado', la exhumación llevada a cabo este mismo año, además de confirmar la muerte por asfixia, permitió recuperar restos de las uñas de la joven, que podrán ser comparados con pelos, cuerdas y fibras recogidas del lugar del crimen.
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