Savannah Brockhill, una mujer británica de 28 años que mató a la hija de 16 meses de su pareja en septiembre de 2020, en el norte de Inglaterra, fue sentenciada este miércoles a una pena de al menos 25 años.

La madre de la pequeña y pareja de Brockhill, Frankie Smith, también ha sido juzgada y sentenciada a ocho años de prisión por haber permitido la muerte de su hija.

La pequeña, según se dijo en el juicio, sufrió semanas de "negligencia, crueldad y heridas" por parte de la pareja de su madre. El maltrato por parte de Brockhill continuó hasta el punto de propinarle una paliza que dejó a la menor en paro cardíaco desencadenándole la muerte.

Después de que se le realizara la autopsia se descubrió que Star, nombre de la víctima, tenía daños cerebrales, fracturas en los huesos, en las costillas, en la tibia, en el tronco y daños en órganos internos.

La jueza que ha llevado este caso, Justice Lambert, dijo que Brockhill "no ha mostrado ningún remordimiento", algo que la implicada ha negado.

Además, la magistrada también se refirió a la madre de Star y le dijo que ella había tenido un "papel importante en la muerte de su hija" y tendrá que "vivir con ello toda la vida".

"Os habéis comportado de una manera cruel e insensible con la niña, que estaba atrapada en medio de la relación tóxica de ambas mujeres" dijo la Lambert.

Durante el juicio, el abuelo paterno de la víctima, Bernard, leyó una declaración sobre el impacto que había tenido la muerte de la menor en su familia.

"Nuestra vida se ha arruinado para siempre por la pérdida de nuestra preciosa bebé"