La ciudad holandesa de Eindhoven ha brillado más que nunca gracias a la obra de luz de los artistas Kari Kola e Ivo Schoofs. La provincia de Brabante, en los países bajos, se ha visto desde el espacio gracias a más de 1.500 lámparas LED y 20.000 globos rojos que se fusionaron en torno a una obra de dimensiones increíbles, nada más y nada menos que 80 kilómetros cuadrados.

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Se dice que la esperanza es lo último que se pierde y Holanda ha querido trasladar este mensaje a todo el país y al mundo entero. A las 17:00 de hoy, viernes 13 noviembre, se ha iluminado el Planeta gracias a un ostentoso manto de luz que se ha adornado con infinidad de pequeñas bombillas rojas creando una obra de arte jamás vista y que se ha conformado como uno de los grandes hitos culturales de la historia.

Gracias al Festival de luz GLOW

Este "luminoso" hecho cultural ha sido gracias al afamado Festival de luz GLOW que suele llenar de instalaciones lumínicas toda la ciudad holandesa pero que este año ha sido cancelado debido a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Aún así, los organizadores no han querido dejar de guiar con luz a una población triste y cansada por la pandemia.

Bajo el título Connecting the dots ('conectando los puntos') el festival ha querido participar en esta mega construcción que ha podido ser vista desde sesenta kilómetros en el aire y que ha podido ser seguido en directo por miles de personas a través de Internet.

La obra de arte consta de tres elementos diferenciados. Por un lado, cuenta con una cúpula azul, creada por el afamado y premiado Kari Kola, que está proyectada hacia la urbe holandesa. por otro lado, el artista Ivo Schoofs ha puesto su granito de arena con globos llenos de pequeñas luces rojas que han querido transmitir la necesidad de estar juntos y conectados. Por último, 20.000 niños de una de las escuelas primarias de Eindhoven han participado en esta marea de color siempre guiados bajo la batuta del  diseñador Hugo Vrijdag.

Eindhoven es conocida como 'la ciudad de la luz' y los encargados del un festival que mueve cada año a más de 750.000 personas han querido poner la ciudad como punto de partida de un mensaje unificado para todos; la unidad es primordial, no estamos solos, y como dice el lema holandés; light is life.