El Papa ha negado que tenga previsto nombrar mujeres cardenales, tal y como recogieron algunas informaciones hace un mes, ya que entiende que deben de ser "valorizadas" en la Iglesia, pero no "clericalizadas".

Así lo aseguró ayer el Santo Padre en un adelanto de una entrevista para La Stampa recogido por Europa Press, en la que aborda diversos temas referentes a su Papado, como la reforma de la Curia o las críticas desde Estados Unidos por su supuesta ideología marxista.

El pasado mes de noviembre, varias publicaciones en prensa anunciaron la supuesta decisión de Francisco de incluir a representantes del sexo femenino en el Colegio Cardenalicio, a raíz de una entrevista que había concedido en la que apostaba por reflexionar sobre el "puesto específico" de la mujer en la Iglesia.

En esta entrevista desmiente esta posibilidad. "Es una frase que salió de quién sabe dónde. Las mujeres en la Iglesia deben ser valorizadas, no clericalizadas", señala.

Francisco también sale al paso de las críticas a una supuesta ideología marxista tras la publicación de la Exhortación apostólica Evangelii gaudium. El Pontífice afirma que se trata de "una ideología equivocada", aunque a la vez aclara que no se siente ofendido por estas acusaciones. "En mi vida he conocido a muchos marxistas buenos como personas, y por ello no me siento ofendido. De cualquier manera, en la Exhortación no hay nada que no se encuentre en la Doctrina social de la Iglesia", precisa.

Por otra parte, en cuanto a la reforma de la Curia, explica que en febrero los ocho cardenales consejeros le entregarán sus primeras sugerencias concretas. El pasado mes de abril, el Papa nombró a ocho cardenales como consejeros en el gobierno de la Iglesia vaticana para un proyecto de revisión de la Constitución apostólica sobre la Curia romana.

En cuanto a la unidad de los cristianos, Bergoglio se refiere al "ecumenismo de la sangre". "En algunos países matan a los cristianos porque llevan consigo una cruz o porque tienen una Biblia, y antes de matarlos no les preguntan si son anglicanos, luteranos, católicos u ortodoxos. La sangre está mezclada".

El Santo Padre también se refiere a los sacramentos a los divorciados que han vuelto a contraer matrimonio. Recuerda, en este sentido, que la exclusión de la comunión "no es una sanción". Y añade que, de todas formas, el próximo Sínodo se ocupará de estos temas, "analizándolos y aclarándolos".

Por último, alude al sufrimiento de los niños en distintos países. "Frente a un niño que sufre, la única oración que me viene es la oración del porqué. ¿Señor, por qué?", concluyó, antes de afirmar que, para él, la Navidad es "esperanza y ternura".

Ayer, durante el rezo del Ángelus, el Papa afirmó ayer que la Iglesia no es "un refugio para gente triste", sino que es "la casa de la alegría" y que, cuando un cristiano se entristece, significa que "se aleja de Jesús".

El Pontífice dirigió su alocución desde la ventana del Palacio Apostólico a miles de fieles y peregrinos que abarrotaron una vez más la Plaza de San Pedro y a quienes agradeció su "coraje" por soportar la lluvia. Durante este tercer domingo de Adviento, conocido como Gaudete (alegría), Francisco explicó a los congregados que la palabra "evangelio" significa "buena noticia". "Como una madre, la Iglesia nos dar coraje para proseguir con confianza el camino espiritual para poder celebrar con renovada alegría la fiesta de la Natividad, el nacimiento de Jesús", explicó.