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Sociedad

¿Gestación subrogada o explotación reproductiva? La guerra reabre el debate

La gestación subrogada vuelve a ponerse sobre la mesa tras la invasión de Ucrania.

La gestación subrogada vuelve a ponerse sobre la mesa tras la invasión de Ucrania.

El conflicto armado iniciado el pasado 24 de febrero por parte de Rusia a puesto sobre la mesa diferentes debates. Volodímir Zelenski, presidente ucraniano, ha pedido que se acelere la entrada del territorio en la Unión Europea, respaldado por hasta ocho naciones, entre las que se encuentran Bulgaria, Polonia, Letonia, Lituania, Estonia, Eslovenia, Eslovaquia y República Checa en una carta conjunta dirigida al organismo:  "Pedimos a los Estados miembros que consoliden el mayor apoyo político a Ucrania y permita a las instituciones de la UE dar pasos para, de forma inmediata, otorgar a Ucrania el estatus de país candidato a la adhesión y abra el proceso de negociación".

Con las previsiones que apuntan a la mayor ola de refugiados en la historia reciente española entra también un nuevo debate en acción, el de los "vientres de alquiler". La invasión rusa tiene en vilo el futuro de estos bebés y la polémica se ha vuelto a reabrir.

¿Qué es la gestación subrogada?

Ucrania es uno de los pocos países del mundo donde la gestación subrogada está garantizada por ley, en contraposición a otros países europeos como Alemania, el cual aprobó la ley que prohíbe este tipo de métodos de fertilidad. La gestación subrogada se define como aquella técnica de reproducción en la que una mujer gesta de manera voluntaria un hijo para una persona o pareja externa. Esta persona se conoce como gestante y los contratantes como padres intencionales.

Mediante un acuerdo formal entre las partes se establece que la persona contratada acepta gestar al bebé y renunciar a su maternidad. Cuando se produzca el nacimiento del bebé se encuentra obligada a entregarlo a los padres intencionales que se harán cargo de su crianza a cambio de unos honorarios para la persona gestante.

La reproducción suele realizarse mediante inseminación artificial o fecundación in vitro, donde los padres aportan los óvulos o espermatozoides o ambos. Los principales tipos de padres intencionales suelen ser parejas heterosexuales con problemas de fertilidad, parejas homosexuales, generalmente hombres, o personas sin pareja.

La guerra en Ucrania ha vuelto a reabrir una de las polémicas más latentes de los últimos años. La ética y la moralidad, así como los riesgos para las gestantes, son el centro del debate. La dignidad y la libertad sexual de las mujeres se ven atentadas en este tipo de prácticas, dado que esta se compromete a cumplir el acuerdo aunque cambie de opinión durante el embarazo considerando el propio cuerpo como una mercancía. Para sus partidarios, la gestación subrogada es un acuerdo aceptado de forma voluntaria, por lo que los derechos y libertades no se verían afectados en una decisión libre y mutua. 

La mercantilización de la maternidad es otro de los picos de lanza del debate, dado que son los grupos con alto poder adquisitivo quienes pueden acceder a estos métodos, lo que les pondría en una situación clara de privilegio respecto a muchas de las mujeres gestantes. Por consiguiente, también existen redes y mafias dedicadas a este tipo de mercado. Las personas a favor defienden la postura de que este tipo de prácticas desaparecería con la creación de procesos legales y creando acuerdos no lucrativos, como la gestación subrogada altruista. Sus detractores defienden la existencia de otros métodos para conseguir ser padres, como la adopción.

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