Sociedad

'Irene', degradado a tormenta tropical tras tocar tierra en Nueva York

  • La 'gran manzana' está anegada por las lluvias torrenciales y 200.000 personas no tienen luz. La tempestad ha inundado zonas bajas de Manhattan

Irene se degradó a la categoría de tormenta tropical este domingo y azota a Nueva York con vientos de 104 km/h, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC), pero aún continúa siendo una poderosa tempestad que ya ha inundado zonas bajas de Manhattan. El NHC, con sede en Miami, degradó a Irene de su categoría de huracán de categoria 1 a la de tormenta tropical en un informe emitido a las 14:00.

"Irene se debilitó a tormenta tropical y la intensidad estimada en tierra es de 104 km/h", precisó el NHC en su sitio web."El centro de Irene se mueve sobre la ciudad de Nueva York", añadió.

Más de 200.000 personas están sin electricidad este domingo en Nueva York, mientras que la ciudad está anegada por lluvias torrenciales provocadas por el Irene. Estos cortes de energía eléctrica afectan a Bronx, Brooklyn, Queens y Staten Island. No se han registrado problemas en Manhattan, según el distribuidor de electricidad Con Edison.

Las inundaciones han obligado a cortar el tráfico en algunos puntos de la carretera de circunvalación F.D.R., a la altura de la calle 116, mientras que algunas rampas de acceso a las autovías Grand Central Parkway y Cross Bronx Expressway están anegadas de agua.

El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, espera una fuerte elevación de las aguas durante la mañana, cuando las lluvias y vientos de Irene se unirán a los efectos de la marea alta.

Irene tocó nuevamente tierra este domingo cerca de Atlantic City, en Nueva Jersey, estado vecino al de Nueva York, según informes del Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami. Irene es el primer ciclón en alcanzar Nueva York en una generación. Llegó la noche del sábado al domingo, acompañado de relámpagos, reportes de tornados e intensa lluvia.

El lugar estaba convertido en una ciudad fantasma y 370.000 personas habían sido aconsejadas de evacuar, en tanto el transporte público estaba cerrado.

Según funcionarios, los rascacielos de Manhattan no están en riesgo de sufrir daños serios, pero los cortes de electricidad podrían dejarlos sin luz, ascensores y agua corriente.

Al menos nueve personas murieron el sábado por causas relacionadas a Irene, debido a accidentes de auto, ataque cardíaco o caídas de árboles en Carolina del Norte, Virginia y Florida, incluyendo un niño de 11 años fallecido cuando un árbol cayó sobre el apartamento en el que vivía.

"El borde del huracán se encuentra finalmente sobre nosotros", dijo Bloomberg, en una conferencia de prensa a las 22.30 locales del sábado (02.30 GMT). "Ya no salgan a las calles, quédense en sus casa o en los refugios", agregó el alcalde en español.

El alcalde ya había ordenado la evacuación inédita de 370.000 personas, el cierre de los aeropuertos (a partir de las 02H00 GMT del domingo), el metro y demás transportes públicos. "No es una broma, su vida podría estar en peligro (...). No esperen. Después será demasiado tarde. Es necesario partir de inmediato. Es una cuestión de vida o muerte".

El ojo de Irene había tocado tierra en las costas de Carolina del Norte el sábado a las 13:00 hora española con vientos máximos sostenidos de 140 km/h.

Casi 900.000 personas se encontraban sin electricidad en zonas costeras, de acuerdo con las compañías del sector, y unas 12.000 líneas de teléfonos se quedaron sin servicio por el huracán en Carolina del Norte y Virginia, según la Comisión Federal de Comunicaciones.

Residentes en zonas alejadas del mar también sentían el impacto del ciclón que atraviesa el Atlántico estadounidense, una de las zonas más pobladas del mundo con unos 65 millones de habitantes.

Al aproximarse Irene a Nueva York, el presidente Barack Obama se mantenía al frente de las operaciones de emergencia en Washington, reunido con responsables del Centro Nacional de Coordinación de Emergencias (NRCC) instalado en el cuartel general de la FEMA (Agencia Federal de Rescate de Emergencia).

"Esto va a ser algo duro de pasar", afirmó Obama durante una videoconferencia con altos funcionarios federales, incluido el vicepresidente Joe Biden y la secretaria de Seguridad Janet Napolitano, y con agencias del gobierno situadas en el rumbo previsto del ciclón, en la costa este.

"Van a ser unas largas 72 horas. Obviamente, muchas familias van a verse afectadas (...). La mayor preocupación que tengo ahora tiene que ver con las inundaciones y el suministro eléctrico", añadió.

"Más de un millón de personas" fueron evacuadas de las costas de Nueva Jersey, al noreste de Estados Unidos, ante la amenaza del ciclón, informó el gobernador Chris Christie.

Varias compañías aéreas de todo el mundo anularon o retrasaron el sábado sus vuelos a la costa este de Estados Unidos, una medida que afectó los aeropuertos JFK, LaGuardia y Newark, y también de Miami (sureste). En total, más de 8.000 vuelos fueron cancelados.

"Es otro Gloria. Vamos a superarlo", asegura Harry -un griego oriundo de Esparta que llegó hace 55 años a Nueva York-, en referencia al último huracán que tocó tierra en la Gran Manzana en 1985, cuando era dueño del Harry Café Steak, una institución en Wall Street.

Asustados por el drama del huracán Katrina en Nueva Orleans en 2005, las autoridades temen que Irene provoque daños por un monto de hasta 12.000 millones de dólares, según expertos.

Desde Carolina del Norte hasta Massachusetts, las autoridades decretaron el estado de emergencia. En Washington, los habitantes se aprovisionaban de agua y generadores eléctricos en los supermercados.

Irene tiene un diámetro de 820 km, o sea cerca de un tercio del equivalente del total de la costa este estadounidense (2.675 km), según una estimación de la Nasa.

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