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Sociedad

Así nos cambiará la vida el Covid: 10 tendencias que anticipan los expertos

  • El estudio 'Lo Que Vendrá Después' 2020 recoge 10 reflexiones estratégicas sobre consumo, economía y comportamiento ciudadano en el escenario surgido tras la crisis del coronavirus

Las limitaciones geográficas disminuyen gracias al auge de lo digital que rompe fronteras en todos los cambios y esferas.

Las limitaciones geográficas disminuyen gracias al auge de lo digital que rompe fronteras en todos los cambios y esferas.

Nadie sabe lo que nos deparará el futuro, sobre todo después de la pandemia por el coronavirus. No podemos predecirlo porque, simplemente, el futuro no existe, solo vivimos el presente. Sin embargo, se puede imaginar múltiples escenarios basados en la proyección de tendencias y macro-características socioeconómicas, políticas y legales.

Es por eso que, desde Innuba -empresa que se enfoca en la Innovación Social Trascendente- han recopilado más de 100 informes que han considerado relevantes para buscar claves e inspiración sobre escenarios post-COVID. "Hemos elaborado nuestras propias reflexiones estratégicas, compartiendo las tendencias o señales de cambio que las respaldan y planteando oportunidades de futuro en cada una de ellas", aclaran.

Este es el contexto del último estudio 'Lo Que Vendrá Después' (LQVD) 2020, que ha buscado los puntos comunes globales para desarrollar 10 tendencias sociales que han llegado para quedarse tras la crisis sanitaria, social y económica sin precedentes que estamos viviendo. A continuación, vamos a verlas.

Metaconsciencia colectiva

Todos somos mucho más conscientes de lo que hacemos y sentimos, en base al consumo, cambio de prioridades (planes de vida) y recuperación de pequeños momentos y rituales (cambio en la manera de relacionarnos y recuperación de hobbies).

Asimismo, tras esta experiencia, ha aumentado la consciencia de las personas sobre el impacto y consecuencias que tienen nuestros actos en general, tanto de consumo como de vida y relaciones.

'Healthquity'

Esta palabra refleja cómo evolucionamos del 'bienestar' al 'bienser'. Hay una mayor demanda de productos y servicios para el bienestar (ejercicio físico o mindfulness) o alimentación saludable.

Asimismo, también se han creado nuevos sistemas para monitorizar la salud de los ciudadanos y así velar por el bienestar común, al igual que cierta normalización de la salud emocional, creándose nuevos canales para atender la salud emocional individual y colectiva de la población y eliminando tabúes al respecto.

Transhabitancia

Otra nuevo concepto que define una nueva forma de habitar y transitar en el mundo. En este sentido, las limitaciones geográficas disminuyen gracias al auge de lo digital que rompe fronteras en todos los cambios y esferas.

En esta época 'post-COVID' también surge una búsqueda de protección y pertenencia mejorando espacios privados. Además, se produce una dispersión de los flujos de actividad en espacios comunes, tendiendo a la descentralización. Esto implica una movilidad menos espontánea, disminuyendo los desplazamientos casuales o espontáneos.

Neoconomías humanas

Nos dirigimos hacia nuevos sistemas económicos más diversos y sociales. Así, vivimos un auge del e-commerce y la estancia en casa. La pérdida de empleo implica la generación de una creciente oferta de personas y perfiles por cuenta propia.

Surge, además, una nueva economía de la salud, donde ciertas marcas están invirtiendo en nuevas propuestas de valor que ponen en alza esta tendencia.

En esa línea y, paralelamente, existe una puesta valor de la economía circular y la economía con propósito: impulso de las marcas con valores, empresas con propósito social y la sostenibilidad como horizontes más deseables.

Respons-habilidad corporativa

Las compañías deciden no conformarse con palabras y activan sus propósitos a través, por ejemplo, de la certificación B-Corp, que mide el desempeño social y medioambiental a nivel corporativo.

De esta forma, las empresas que tienen alineados sus objetivos de negocio con el impacto social han sido las menos afectadas por la crisis, ya que cuentan con consumidores más fieles y comprometidos con la causa.

Por otra parte, las inversiones con impacto social han ganado un enorme interés en el último año y, en especial, durante esta crisis, aumentando el compromiso de las empresas en su modelo de negocio durante la pandemia.

Socialcracia

Tras el confinamiento, han emergidos nuevos paradigmas organizativos para nuevas necesidades reforzando el estado de bienestar, como la renta mínima, y poniendo en valor servicios como la sanidad y la educación.

Asimismo, surgen también nuevas necesidades y básicos en los hogares, como la conexión a Internet y muebles ergonómicos.

De otro lado, se acentúan las desigualdades ya existentes en segmentos de población desfavorecidos por edad, nivel socioeconómico o de conocimiento.

Revolución pandigital

Nuestro mundo está transcendiendo lo físico verdaderamente. Ejemplo de ello sería el auge del e-commerce, que ha multiplicado su cuota de mercado por tres como forma de mantener la actividad de los comercios.

Precisamente, el auge de tecnologías de realidad virtual y el consumo de redes sociales ha aumentado en este periodo y ha servido como un canal donde generar comunidad y mantenerse conectado.

En este apartado también hay que mencionar el teletrabajo. Según datos del INE, en España se ha pasado de un 5% (2019) a un 34% de la población ocupada.

Growfidence

Llegamos a la transparencia como base del desarrollo de las compañías. En esta etapa nos hemos encontrado fake news (noticias falsas) vinculadas al coronavirus. Esto se ha traducido en el aumento de los bulos relacionados con el COVID-19. La Alianza Corona Virus Facts ha descubierto más de 3.500 informaciones falsas o engañosas en más de 70 países.

Los consumidores muestran ahora, por otro lado, mayor preocupación por el origen y manipulación de los productos a lo largo de la cadena de producción.

Y, además, el usuario es ahora mucho más consciente sobre los peligros que conlleva compartir los datos personales, por lo que exige una mayor transparencia.

Enriquecimiento colectivo

El bien común comienza a verse como algo necesario. Se ha potenciado, en ese sentido, el uso de las herramientas digitales para trabajar de manera colaborativa desde cualquier lugar dando respuestas a necesidades laborales, sanitarias y socioeconómicas.

Las redes Open Source se han posicionado en las compañías que han compartido su conocimiento. La web desarrollada a partir del proyecto Lo Que Vendrá Después es un claro ejemplo de esta tendencia, como la recuperación de las redes vecinales que ayudan a colectivos vulnerables y pequeños negocios.

Anti-fragilidad

Llegados a este punto, se trata de ver cómo podemos afrontar los cambios inesperados convirtiéndolos en oportunidades. Tras el confinamiento, por ejemplo, las personas se han hecho más fuertes ante esta difícil situación y han dejado de apoyar causas de forma indirecta para pasar a la acción directa.

De hecho, las nuevas necesidades surgidas en este periodo han sido rápidamente detectadas y transformadas en oportunidades con el fin de impactar positivamente.

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