Las claves para entender el caso Mario Biondo: más de una década de sombras, dudas y nuevos indicios
La Audiencia de Madrid reconoce esta semana que hubo indicios no investigados en la muerte del cámara italiano, reavivando el debate sobre si el marido de Raquel Sánchez Silva se suicidó o fue asesinado
Las sospechas de la familia de Mario Biondo vuelven a apuntar a Raquel Sánchez Silva
El 30 de mayo de 2013, el cámara italiano Mario Biondo, de 36 años, fue encontrado muerto en su domicilio de Madrid, donde vivía con su esposa, la presentadora Raquel Sánchez Silva. La imagen del cuerpo, en pijama y apoyado contra una estantería con un pañuelo en el cuello, llevó a las autoridades a cerrar el caso como suicidio por asfixia. Sin embargo, desde aquel día, la familia del cámara ha mantenido una férrea batalla para demostrar que Mario no se quitó la vida voluntariamente.
Una investigación con muchas lagunas
La versión oficial se fijó rápido: no había signos de lucha ni indicios de criminalidad. En 2016, la Audiencia Provincial de Madrid archivó definitivamente el caso, atribuyendo el fallecimiento a una "etiología médico-legal presumiblemente suicida". Pero las dudas no tardaron en multiplicarse.
Los padres del cámara, convencidos de que su hijo fue asesinado, lograron que la Fiscalía italiana interviniera y ordenara la exhumación del cadáver. Las nuevas autopsias, practicadas en Palermo, revelaron detalles que contradecían la versión española. Según los expertos italianos, la posición del cuerpo de Mario era incompatible con un ahorcamiento voluntario, y la escena parecía manipulada para simular un suicidio.
En 2022, el Tribunal de Palermo fue aún más claro: el cámara pudo haber sido "asesinado por mano desconocida" y posteriormente colocado de forma que pareciera una muerte autoinfligida.
Esta semana, la Audiencia de Madrid da un giro
Doce años después del fallecimiento, el caso ha vuelto a los titulares. Esta semana, la Audiencia Provincial de Madrid ha reconocido en un auto que existen "
indicios de que la muerte de Mario Biondo pudo no ser un suicidio", alineándose parcialmente con las conclusiones del tribunal italiano.
El documento judicial apunta a que en la investigación inicial "faltaron diligencias básicas" como la interceptación de llamadas, análisis de la escena o registros detallados que podrían haber aclarado los hechos. Pese a ello, el tribunal ha rechazado reabrir la causa, alegando que el caso está "cerrado por cosa juzgada".
la Audiencia Provincial de Madrid ha reconocido en un auto que existen "indicios de que la muerte de Mario Biondo pudo no ser un suicidio"
La resolución ha sido interpretada por los abogados de la familia como una validación parcial de sus sospechas. "Este auto reafirma nuestra convicción de que Mario fue víctima de un homicidio, probablemente con premeditación", declaró Leire López, letrada del bufete Vosseler Abogados, que representa a los Biondo.
Una familia enfrentada a la justicia… y a Raquel Sánchez Silva
Desde el principio, los padres del cámara han sostenido que su hijo no tenía motivos para suicidarse y que la investigación española fue precipitada y negligente. Su cruzada judicial, sin embargo, también ha derivado en un enfrentamiento directo con Raquel Sánchez Silva, a quien llegaron a acusar públicamente de no haber colaborado con la búsqueda de la verdad.
Estas declaraciones les costaron una condena por daños morales, tras considerar un tribunal que habían vejado a la presentadora en redes sociales. Aún así, la familia no se rinde. Además del recurso ante el Tribunal Constitucional, ha iniciado una reclamación patrimonial contra la Administración de Justicia por lo que califican como "mala praxis" en la investigación y la autopsia.
Doce años después, el caso Biondo sigue siendo una herida abierta. La pregunta persiste, sin respuesta definitiva:
¿Qué ocurrió realmente aquella noche del 30 de mayo de 2013 en Madrid?
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