Esteban, conserje de un edificio madrileño, desapareció el 10 de octubre por la tarde y a pesar de la insistencia de su familia para que lo buscaran el hombre no aparecería, ya sin vida, hasta la madrugada del día siguiente.

Fue concretamente su hijo quien, durante todas esas horas de angustia, estuvo buscando a su padre por los hospitales de la ciudad y pidió las grabaciones de las cámaras del edificio, ya que estaba seguro de que serían reveladoras. 

Cronología de los hechos

Esteban llegó al edificio en el que trabajaba junto a su hijo y su nieto a las 18:00 horas del martes, 10 octubre. En el ascensor se despidieron los tres ya que el hijo y el nieto vivían en el mismo inmueble, concretamente en la cuarta planta.

A partir de ahí le pierden la pista al conserje hasta las 20:00 horas. Tal y como cuenta su hijo eso les pareció muy extraño porque Esteban siempre subía a ver a su nieto y llevaba el móvil consigo con suficiente batería, pero cuando ese día lo llamaron el teléfono les aparecía apagado. Fue en ese momento en el que el hijo del conserje solicitó a la Policía que pidieran las imágenes de las cámaras de seguridad del edificio.

No fue hasta la mañana siguiente cuando el propio hijo consiguió las grabaciones, en torno a las 11 de la mañana. Las cámaras de vigilancia del edificio captarían a Esteban subiendo las escaleras del portal hasta llegar a la casa de Alfredo, ubicada en la primera planta.  

Al sospechoso no se le ve pero se intuye en la grabación cómo llama al conserje desde su vivienda. Más tarde estas mismas cámaras registraron el momento en que Alfredo saldría del edificio, aseado y con bolsas de basura y ya sin Esteban.  “Se ve a mi padre accediendo a una de las escaleras y ya no se le vuelve a ver en toda la grabación”, comentó el hijo a los medios de comunicación.

El individuo también portaba, según ha explicado el hijo, algo alargado envuelto en paños que se asemejaría mucho a un cuchillo. Antes de salir del bloque, además, se paró en la zona en la que trabajaba Esteban, colocó su silla y apagó la luz de la garita, posiblemente para no levantar sospechas.

Cuando el joven vio las imágenes, que él mismo había solicitado, pidió a la Policía que entren de inmediato en la casa en la que desaparece Esteban pero cuando los agentes llamaron a la puerta nadie les abrió. “Yo en ese momento ya sabía que mi padre estaba muerto”, ha confesado.

No podían entrar en la vivienda porque para ello necesitaban una orden judicial que se demoró varias horas. Ya de madrugada y con el permiso del juez, varias dotaciones de bomberos pudieron entrar por la ventana del domicilio. Dentro de la casa encontraron el cuerpo del conserje con un corte en el cuello.

Los investigadores consideran que el móvil del crimen podría haber sido económico ya que el sospechoso pedía habitualmente dinero al conserje y éste nunca le prestaba nada.

Allanamiento de morada

Entre la visualización de las cámaras de seguridad, con las que el hijo de la víctima ya estaba seguro de que a su padre le había pasado algo en la vivienda de Alfredo, y el momento en el que los bomberos acaban entrando en el inmueble, pasaron varias horas de absoluta angustia para la familia.

El hijo ha denunciado que a pesar de los indicios que tenían de que su padre podía correr peligro, no pudieron entrar hasta que se lo permitió la jueza. Tan es así que llegó a comprar una cámara en un establecimiento cercano para ver si podían detectar el cuerpo de su padre dentro de la casa y así poder entrar. Sin embargo no consiguió ver nada porque dentro del inmueble había mucha basura y apenas se veía el suelo.

Los agentes le comunicaron al hijo de la víctima que si entraban ellos los suspenderían de empleo y sueldo y que si entraba él estaría cometiendo un delito de allanamiento de morada y tendrían que detenerlo. Fue por este motivo por el que no pudieron hacer nada hasta la madrugada. La autopsia realizada al cuerpo de Esteban será la que determine, en este momento, a que hora murió, algo que resultará polémico en caso de que sucediera cuando su hijo ya estaba intentando entrar en dicha vivienda.

Sobre el presunto homicida

La persona a la que buscan se llama Alfredo y era vecino del edificio en el que trabajaba Esteban. Según ha podido explicar su hijo ante los medios de comunicación, tenía síndrome de Diógenes y problemas económicos, por lo que a veces pedía dinero a personas cercanas, entre ellos al conserje. Además las personas de su entorno han señalado que se trata de alguien conflictivo dentro de la comunidad. La Policía Nacional se encuentra en estos instantes buscando a este hombre, al que se le acusa de haber acabado con la vida de Esteban.