La Ertzaintza refuerza la vigilancia: el asesino en serie y agresor sexual Joaquín Ferrándiz vive en el País Vasco tras cumplir condena
El conocido como 'asesino del círculo' lleva casi dos años en libertad tras cumplir 25 años de condena por violar y asesinar a cinco mujeres en Castellón durante los años 90
El paso por la cárcel de Joaquín Ferrándiz y su puesta en libertad tras 25 años
La Ertzaintza ha intensificado el control sobre Joaquín Ferrándiz Ventura, uno de los asesinos en serie más peligrosos de la historia reciente de España, quien actualmente reside en territorio vasco tras cumplir su condena. El conocido como asesino del círculosalió en libertad en julio de 2023 después de cumplir 25 años de prisión por el asesinato y violación de cinco mujeres en Castellón durante la década de los 90, y desde entonces ha establecido su residencia entre las localidades guipuzcoanas de Irún y Andoain.
Al abandonar la prisión de Herrera de la Mancha (Ciudad Real) hace casi dos años, Ferrándiz manifestó su intención de no regresar a Castellón: "Nunca volveré a Castellón por respeto a las víctimas. Me marcho al extranjero para no molestar a nadie y poder rehacer mi vida". Sin embargo, lejos de abandonar España, el criminal optó por instalarse en el País Vasco, donde las fuerzas de seguridad mantienen un estrecho seguimiento de sus movimientos como medida preventiva, a pesar de que legalmente ha cumplido íntegramente su condena.
La decisión de Ferrándiz de establecerse en Euskadi ha generado preocupación entre los cuerpos policiales, que han reforzado la vigilancia sobre el exrecluso de 56 años. El caso refleja la compleja situación de reinserción de criminales de alta peligrosidad que, tras cumplir sus condenas, deben reintegrarse en la sociedad bajo el escrutinio de las autoridades y la inquietud de la ciudadanía.
Quién es Joaquín Ferrándiz: el asesino que aterrorizó Castellón
Joaquín Ferrándiz Ventura, nacido en 1969 y conocido como 'Ximo' o 'el asesino del círculo', es responsable de una de las series criminales más espeluznantes ocurridas en España. Entre 1995 y 1996, asesinó y violó a cinco mujeres en la provincia de Castellón siguiendo un patrón similar: todas las víctimas eran mujeres jóvenes a las que abordaba cuando se encontraban solas. El sobrenombre de 'asesino del círculo' se le atribuyó porque todos sus crímenes se produjeron en un radio geográfico muy limitado.
Ferrándiz fue detenido en 1996 y condenado en 1998 a 69 años de prisión, aunque la legislación española limitaba el cumplimiento efectivo a un máximo de 30 años, que posteriormente se redujo a 25 por beneficios penitenciarios. Durante su estancia en prisión, se licenció en Psicología y participó en diversos programas de rehabilitación, aunque los informes psicológicos siempre advirtieron sobre su elevado riesgo de reincidencia y sus rasgos psicopáticos.
La controvertida libertad de un criminal de alta peligrosidad
La excarcelación de Ferrándiz en julio de 2023 reabrió el debate sobre la gestión de criminales considerados de alta peligrosidad una vez cumplen sus condenas. En España, a diferencia de otros países europeos, no existe un sistema de seguimiento permanente para este tipo de exreclusos más allá de la vigilancia policial discrecional. Las autoridades vascas, conscientes del historial violento de Ferrándiz, han implementado medidas de control dentro del marco legal existente.
La Ertzaintza, en coordinación con otras fuerzas de seguridad, mantiene un protocolo de vigilancia sobre el exrecluso que incluye controles periódicos y seguimiento de sus actividades cotidianas. Estas medidas, aunque no implican una restricción de libertad, buscan prevenir cualquier situación de riesgo y garantizar la seguridad ciudadana, especialmente en las localidades de Irún y Andoain donde ha establecido su residencia.
El impacto en las comunidades de acogida
La presencia de Ferrándiz en las localidades guipuzcoanas ha generado cierta inquietud entre algunos vecinos que conocen su historial. Aunque las autoridades han optado por la discreción para evitar alarma social, la información sobre su residencia en el País Vasco ha trascendido a medios de comunicación, generando reacciones diversas en la población local.
Expertos en criminología señalan que estos casos plantean un dilema entre el derecho a la reinserción social de quienes han cumplido su condena y el derecho a la seguridad de las comunidades que los acogen. José Manuel Aguilar, criminólogo de la Universidad del País Vasco, explica: "El sistema penal español se basa en la rehabilitación, pero casos como este evidencian las lagunas existentes en el seguimiento de exreclusos con perfiles de alta peligrosidad una vez recuperan su libertad".
¿Qué ocurre cuando un asesino en serie sale de prisión?
El caso de Ferrándiz pone de manifiesto las limitaciones del sistema penitenciario español para el seguimiento de criminales peligrosos tras cumplir condena. A diferencia de países como Reino Unido, Estados Unidos o Alemania, donde existen registros públicos de agresores sexuales y programas de supervisión intensiva para exreclusos de alta peligrosidad, en España las opciones de control se reducen principalmente a la vigilancia policial discrecional.
Los especialistas en derecho penal señalan que la legislación española prioriza la reinserción social, pero carece de mecanismos intermedios entre la prisión y la libertad total para casos excepcionales. La libertad vigilada, introducida en reformas posteriores del Código Penal, no puede aplicarse retroactivamente a condenados como Ferrándiz, cuyas sentencias son anteriores a estas modificaciones legales.
Actualmente, Ferrándiz vive entre Irún y Andoain, lejos de Castellón, donde cometió sus crímenes, pero bajo el constante escrutinio de las fuerzas de seguridad vascas. Su caso continúa siendo objeto de estudio por parte de especialistas en criminología y psicología forense, que analizan los patrones de comportamiento de asesinos seriales tras largos periodos de encarcelamiento.
¿Pueden rehabilitarse los asesinos en serie?
La pregunta sobre si un asesino en serie puede rehabilitarse plenamente sigue generando controversia en los círculos académicos y profesionales. Los estudios psicológicos sobre criminales seriales como Ferrándiz muestran patrones de personalidad con rasgos psicopáticos difícilmente modificables, incluso tras extensos periodos de tratamiento.
El doctor Luis Jiménez, psiquiatra forense que ha estudiado varios casos similares, afirma: "La rehabilitación completa de asesinos seriales con componentes sexuales en sus crímenes es extremadamente rara. Los programas penitenciarios pueden enseñar control de impulsos y estrategias de adaptación social, pero difícilmente modifican las estructuras profundas de personalidad que motivaron los crímenes".
En el caso específico de Ferrándiz, su comportamiento durante el encarcelamiento, incluyendo la obtención de un título universitario, podría interpretarse como señales positivas de adaptación. Sin embargo, los expertos mantienen la cautela, recordando que la verdadera prueba de rehabilitación ocurre durante la vida en libertad, donde el individuo se enfrenta a situaciones desencadenantes sin la estructura y control del entorno penitenciario.
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