Tras 16 meses desde que encontraron el cuerpo sin vida de la joven Esther López, de 36 años, en una cuneta de la localidad de Traspinedo, en Valladolid, la Guardia Civil sigue investigando las causas de la muerte y quién está detrás de dicho crimen.

Hasta ahora todas las sospechas se dirigen hacia Óscar, amigo de la familia y la última persona que la vio antes de que desapareciera y fuera encontrada, sin vida, casi 20 días después. Por este motivo los agentes de la Benemérita han tratado de hacer una nueva prueba, además de las otras muchas que ya vienen haciendo desde hace más de un año, que consistía en el volcado de los datos de un móvil que pertenecía a Óscar. El dispositivo fue incautado tras un registro realizado en abril de 2022 a su vivienda.

La Policía Judicial de la Comandancia madrileña ya advirtió que el dispositivo sería difícil e incluso imposible de analizar porque había sido reseteado tras los hechos y lo habían dejado como si viniera de fábrica. Por este motivo no era posible realizar el volcado de la información ni la recuperación de elementos que hubieran sido eliminados en su sistema operativo.

El aparato en cuestión fue puesto en manos dela Guardia Civil de Valladolir el pasado 21 de febrero para su estudio, pero, al no disponer de los medios necesarios para el volcado de datos, tuvo que pedir el apoyo de la Comandancia de Madrid, a la que remitió la prueba el día 23 de marzo.

Esta ha sido incapaz de dar con la información que estaban buscando, por lo que ha tenido que devolver el móvil al juzgado que investiga el caso. Así se lo han transmitido, a través de un escrito, a la titular del Juzgado de Instrucción número 5 desde la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid. 

Además del borrado del teléfono móvil, también se produjeron otros en el vehículo del sospechoso, en el ordenador que lleva incorporado, justo después de los hechos.

El Instituto Armado mantiene la idea de que tales manipulaciones electrónicas estaban dirigidas a ocultar o eliminar todo registro de eventos y averías que los dispositivos electrónicos del coche de Óscar hubieran podido registrar durante la noche del 12 al 13 de enero del pasado año, que fue cuando fue vista por última vez Esther López. 

Otras pruebas

La prueba, que en este caso ha sido fallida, se suma así a numerosos informes que han ido llegando al juzgado que investiga la desaparición y muerte de la joven, entre ellos uno de febrero que confirmaba que había restos biológicos de la joven (saliva y otros restos orgánicos) en una chaqueta de él y en la moqueta del coche de Óscar. No pudieron hallarse, eso sí, restos de sangre.  

Otro informe anterior confirmó que el vehículo de Óscar entró en el túnel de lavado de la gasolinera Gassexpressdespués de que a la fallecida se le perdiera la vista en la madrugada del 13 de enero de 2022 en Traspinedo.

Esa noche Esther estuvo con Óscar y después él acudiría, según el informe, a lavar el coche a dicha gasolinera. Esto ha quedado demostrado gracias a las grabaciones de varias cámaras y a una simulación del coche que en ese momento tenía el sospechoso. Sin embargo, él siempre ha negado estos hechos. Los expertos de la Guardia Civil consideran que el lavado del autocar se puede atribuir a un intento de destrucción de pruebas que pudieran incriminarlo.

A pesar de que todas las pruebas señalan a Óscar, él sigue manteniendo que es inocente. Mientras tanto la investigación del caso continúa abierta, a espera de que los cuerpos y fuerzas de seguridad entreguen a la jueza los informes con las conclusiones a las que los investigadores han podido llegar.