Cayo Apuleyo Diocles: El auriga 'extremeño' que acumuló la mayor fortuna en la historia del deporte

Historia

El lusitano acumuló una fortuna equivalente a 15.000 millones de dólares en el siglo II d.C. como auriga en la Antigua Roma

Su increíble historia, que se remonta al Imperio Romano, sigue siendo un ejemplo de éxito y habilidad en las carreras de carros

La increíble historia detrás de las Venus Anatómicas de cera: medicina y arte en el siglo XVIII

Coreomanía: baile incontrolable en la Europa del siglo XV al XVII

Mosaico de los Aúrigas
Mosaico de los Aúrigas / Ministerio de Cultura

Las calles vibraban con la anticipación de miles de espectadores, sus voces formando un rugido ensordecedor que reverberaba en los muros de mármol del Circo Máximo. En el corazón de este escenario colosal, donde la gloria y el peligro se entrelazaban en un espectáculo sin igual, un hombre se destacaba sobre todos los demás: Cayo Apuleyo Diocles, el auriga más célebre y rico que jamás haya existido.

Nacido en Lusitania, una provincia del Imperio Romano que corresponde a la actual Portugal, Cayo Apuleyo Diocles no parecía destinado a la grandeza. De origen humilde, comenzó su carrera como auriga a los 18 años, compitiendo para la facción blanca, una de las cuatro facciones que dominaban el deporte de las carreras de carros en Roma (Blanca, Roja, Azul y Verde). Sin embargo, fue cuando se unió a la facción roja que su leyenda comenzó a forjarse.

El Rey del Circo

Las carreras de carros no solo eran un espectáculo popular en la Roma antigua; eran el corazón del entretenimiento público, una mezcla de velocidad, estrategia y riesgo mortal. Diocles se destacó rápidamente, ganando una carrera tras otra con una habilidad que parecía casi sobrenatural. Con 24 años de competencia, Diocles acumuló la asombrosa cifra de 1.462 victorias en más de 4.000 carreras.

Cada victoria no solo aumentaba su fama, sino también su fortuna. Diocles ganaba premios que hoy se consideran asombrosos, llegando a acumular alrededor de 35 millones de sestercios a lo largo de su carrera. Para poner esto en perspectiva, un legionario romano ganaba alrededor de 900 sestercios al año. En términos modernos, las ganancias de Diocles equivaldrían a unos 15.000 millones de dólares, lo que lo convierte en el deportista más rico de todos los tiempos, incluso ajustando por la inflación. Sin ajustar la inflación el ex jugador de baloncesto, Michael Jordan, sería el que más ingresos generó con una fortuna estimada en más de 3.000 millones de dólares. Aunque ganó mucho dinero durante su carrera en la NBA, la mayoría de su riqueza proviene de acuerdos de patrocinio, especialmente con Nike, y de su participación accionaria en los Charlotte Hornets.

Un Héroe Inmortal

El secreto de su éxito no solo residía en su destreza y valentía, sino en su capacidad para manejar los caballos y su carro con una precisión inigualable. En las carreras, donde un error podría significar la muerte, Diocles sabía cuándo acelerar, cuándo frenar y cómo maniobrar en las curvas peligrosas del circuito. Esta habilidad lo llevó a superar a sus competidores una y otra vez, convirtiéndose en una leyenda viva.

Pero la fortuna de Diocles no fue solo material. En una sociedad donde los aurigas eran idolatrados casi como dioses, Diocles se convirtió en una figura de culto. Se erigieron estatuas en su honor, y su nombre fue grabado en innumerables inscripciones por todo el Imperio. A diferencia de muchos de sus contemporáneos, que encontraban un final trágico en la pista, Diocles se retiró a una vida de lujo y tranquilidad, disfrutando de su fortuna.

stats