El comedor para conciliar, socializar y comer bien y de todo: así lo ven los escolares
Según un informe de la ONG Educo, los menores critican la comida, creen que hay demasiadas normas y poca escucha
Un millón de niños de familias necesitadas no dispone de becas comedor
El comedor escolar como espacio que permite la conciliación familiar, que ayuda a socializar al alumnado y, sobre todo, que ofrece al menos una comida al día variada; así es como ven los niños, niñas y adolescentes este servicio que les reporta buenas sensaciones.
La ONG Educo ha publicado el informe Comer en el cole: alimentación, educación y equidad en el marco de la campaña Espacio Comedor 5 Estrellas y tras mostrar la visión de más de 1.600 adolescentes de entre 12 y 18 años recalca que para el 90,5% "lo mejor del espacio comedor es poder jugar y estar con los amigos y amigas".
Casi el 95% reconoce que le aporta beneficios, aunque en una valoración general en la que se tienen en cuenta otras variables como la alimentación o las normas que se deben seguir en los comedores, los chicos y chicas dan una puntuación media de 6 puntos sobre 10: "aprueban el comedor pero no entusiasma", dice Educo.
Entre otras cosas critican la comida, creen que hay demasiadas normas y poca escucha, aunque lo que más valoran es el impacto en su bienestar emocional, en la salud o en la conciliación familiar.
Un 10% afirma que sin comedor tendría que comer en soledad.
Aspectos más positivos del comedor
El principal valor que señala el alumnado es el papel del comedor en la conciliación familiar, casi la mitad destaca que permite a sus familias ir a trabajar, mientras que desde una perspectiva social y relacional el 78% señala sentirse con ganas de estar con sus amigos en los momentos de comedor o en el patio, tras comer.
El 68,6% dice haber estado feliz, el 59,3% sintió tranquilidad o relajación y el 35,2% indicó sentirse con confianza para ser uno mismo.
Además, el 20% destaca que el comedor le permite realizar una comida completa al día.
La encuesta también recoge que la inmensa mayoría (el 94,7%) considera que se debería escuchar más su opinión y tener en cuenta su participación en los temas de comedor.
"Que cuenten con la opinión de los niños para organizar sus vidas y debatir si sus ideas son buenas o no", pide Martín, escolar gallego de 15 años, mientras que su compañero Xosé añade que "los únicos que pueden participar son los padres y el director".
Comida saludable, pero sólo aceptable
En materia de alimentación, aunque casi el 84% señala que la comida es saludable y variada, sólo uno de cada tres encuestados la califica como buena o muy buena y un 27% la valora como mala o muy mala; mientras que el 40% la califica como aceptable.
Tres de cada diez niños encuestados critican el sabor y una temperatura inadecuada y una cuarta parte lamenta que las raciones sean insuficientes.
Tampoco les gusta la existencia de demasiadas normas y castigos: el 56% afirma que se queda sin patio si no come suficiente y el 27% que tiene que comer deprisa.
Los monitores, esenciales
Lo que sí valoran es el papel de los monitores y cuidadores de comedor, porque les motivan a comer y les ayudan a resolver conflictos.
"Los monitores y monitoras hacen una labor fundamental y compleja, pero los niños y niñas piden más acompañamiento y educar siempre en el buen trato. Paciencia, respeto y diálogo deben estar en el centro", recuerda la directora general de Educo, Pilar Orenes, que insiste en la necesidad de comedores gratuitos y universales en todos los centros y recuerda que es un lugar que educa, protege y enseña a convivir.
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