El fuego ha arrasado un total de 53.119 hectáreas de superficie desde que comenzó el año hasta el 21 de julio, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que reflejan que en la última semana ardieron 4.297,29 hectáreas y que 2019 se sitúa como el cuarto peor año del decenio.

Hasta la fecha, el incremento del área afectada por las llamas hasta el 21 de julio respecto al año pasado es de un 483,5%, es decir, casi cinco veces más que en el mismo periodo de 2018. Así, 2019 va camino de convertirse en un mal año para los incendios forestales, ya que sólo superaron esta superficie 2012 (139.274 hectáreas), 2017 (64.500) y 2009 (60.400).

Además, el número de incendios en lo que va de año alcanza los 7.483 siniestros, más del doble que hace un año, cuando se registraron 3.470 fuegos. De estos, 4.741 fueron conatos, en los que ardió menos de una hectárea de superficie, el doble (99,03%) de los conatos en el mismo periodo de 2018. El número de incendios que superaron una hectárea quemada es un 60,32% más que en el mismo periodo de hace un año, con 2.742 fuegos frente a los 1.088 incendios del año pasado.

2019 es ya el tercer peor año de los últimos diez por número de grandes incendios forestales, aquellos que superan las 500 hectáreas de superficie forestal, ya que en los casi siete primeros meses del año se produjeron nueve, frente a uno en el mismo periodo de 2018. De hecho, en 2009, que es otro de los peores años del decenio, hasta el 21 de julio no se había registrado ningún gran incendio.