La campaña de vacunación con la cuarta dosis contra la Covid-19 discurre de forma lenta y con menos éxito que las anteriores dado que solo el 50 % de los mayores de 59 años optó por vacunarse, una situación que los expertos atribuyen al "hartazgo pandemico", la percepción sobre la menor gravedad de la enfermedad y la sensación de protección por haberse vacunado anteriormente

La inoculación de la cuarta dosis o segundo refuerzo comenzó hace poco más de dos meses y medio y en primera instancia se destinó a los mayores de 80 años, así como a personas internas en residencias y otros centros de discapacidad, y a los pocos días la Comisión de Salud Pública decidió recomendarla también para sexagenarios, septuagenarios y personas de menor edad con alguna complicación de salud.

Sólo un 50% de los ciudadanos mayores de 60 años se han inoculado

Desde entonces, se han pinchado en toda España más de 6,1 millones de dosis (el 49,9 % de los ciudadanos de 60 años o más) de las vacunas bivalentes adaptadas a ómicron, siendo los mayores de 80 años los que tienen la mayor tasa de refuerzo con un 69,6 %, aunque aún se quedan por debajo del tercer pinchazo, ya que en dos meses de la campaña anterior ya se superaban cotas del 80 %.

Con la cuarta dosis, en franjas de edad inferiores ocurre algo similar: En el caso de los sexagenarios, solo el 35,1 % optó por ponérsela y entre los septuagenarios gozó de algo más de éxito, con un 56 % de ciudadanos que se vacunaron.

La Comisión de Salud Pública considera que no existe contraindicación para que los menores de 60 años sin factores de riesgo puedan ponerse esa cuarta dosis, por lo que ha abierto la campaña de vacunación a personas que la pidan.

El presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Jaime Pérez, recordó que el nivel de protección contra el Covid-19 se va perdiendo con el tiempo, por lo que ve sumamente recomendable, en los colectivos a los que se prescribe, una nueva dosis.