Gallineros con dispositivos electrónicos que envían fotos a sus dueños para seguir la puesta de huevos, una experiencia de realidad virtual para escanciar sidra asturiana o el lanzamiento de experimentos ciudadanos mediante globos sonda a 35.000 metros de altura son ideas nacidas en el medio rural para hacer de diques a la sangría poblacional que lo amenaza, que ha conocido este viernes el rey Felipe VI.

Son veinticinco proyectos que se detallan en el festival de innovación contra la despoblación Imperdible 05, que este viernes ha celebrado su inauguración con la visita de unos 700 estudiantes de catorce colegios de Castilla y León y diferentes autoridades, entre ellas el rey Felipe VI, presidente de honor de la entidad organizadora, Cotec, la vicepresidenta tercera Teresa Ribera y el titular de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco.

Uno de los creadores que participa en este festival es Axel Pena, que bajo la marca Voluta.coop promueve la creación de unos "e-Gallineros" con los que se puede monitorizar el nivel de agua o comida que tienen los animales, abrir y cerrar la puerta, e incluso ver si las gallinas han puesto huevos, todo ello gestionado a través de Telegram.

Su propuesta es abordar el reto demográfico desde la "retención" y "enraizamiento de los jóvenes": "Es como cuando tienes un accidente y te cortas un brazo… ¿A que lo primero que hacemos no es una transfusión de sangre, sino un torniquete? Pues esto es lo mismo, lo primero que tenemos que hacer es retener a los jóvenes que no se nos vayan, porque son la sangre del medio rural”, ha señalado el responsable de este proyecto, con sede en el municipio valenciano Aras de los Olmos, de unos 500 habitantes.

Menos personas, unas 300, viven en Peón, el pueblo asturiano desde el que se ha trasladado el CTIC para divulgar sus proyectos, que permiten al público escanciar sidra de manera virtual y consultar los detalles de su trazabilidad mediante un desarrollo en blockchain o visitar, también virtualmente, una cueva de maduración de queso cabrales para comprobar el difícil acceso y aprender a valorar un poco más el producto.

"Nosotros buscamos probar nuevos modelos de ruralidades del siglo XXI porque somos unos firmes convencidos de que, a través de la tecnología y de la innovación, podemos alcanzar nuevos modelos para desarrollar actividad económica en el medio rural", ha señalado en declaraciones a Efe Pablo Coca, director de Negocio y Operaciones de CTIC.

Presumiendo de músculo innovador, en este caso desde el Valle de Carranza en Vizcaya, también han acudido a este festival los ideólogos de "Mutur Beltz", una casa con medio centenar de ovejas carranzanas, especie en peligro de extinción, que ha conseguido industrializar por primera vez su lana y organiza residencias artísticas para promocionar el uso cultural de esta materia prima.

“Para mí lo duro de vivir en el mundo rural es que nosotros, por ejemplo, tenemos tres trenes al día, durante la pandemia solo teníamos uno y era a la misma hora la ida y la vuelta, así que no podíamos ir a la ciudad; pediatra, solo tenemos dos días a la semana, no tenemos acera de camino al colegio… y así con todos los servicios”, ha señalado Laurita Siles, una de sus promotoras.

La inauguración de este viernes ha contado con la presencia del rey Felipe VI, que ha visitado casi todos los stands con los proyectos junto a la vicepresidenta tercera del Gobierno de España y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, y el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, entre otras autoridades.

Con el objetivo de cuantificar la riqueza del medio rural, la empresa Sociograph, de Palencia, ha puesto a disposición del público su dispositivo para medir, mediante la "electricidad de la piel", su grado de emoción al ver imágenes de diferentes pueblos de Castilla y León, como Frías, en Burgos, que según los responsables de la idea ha levantado pasiones entre el público esta jornada aunque casi nadie sabía dónde estaba.

Desde Doñinos de Salamanca, la empresa Tebrio ha compartido su experiencia con la cría gusanos de harina desde su estado larvario hasta su transformación en escarabajo, de los que obtiene productos como proteína de insecto, para hacer harina y aceite, que a su vez sirven para obtener pienso animal, o quitosano, con el que se puede fabricar hasta cremas cicatrizantes.

Para que otros jóvenes puedan quedarse a vivir en el pueblo en el que nacieron, esta compañía tiene previsto crear allí mismo la mayor fábrica del mundo basada en este insecto, que estará lista en 2024, con 80.000 metros cuadrados y la creación de 200 puestos de trabajo.

Servet, otro de los proyectos presentados, tiene sus raíces en Zaragoza y pone a disposición de aficionados y estudiantes globos sonda para que cualquiera pueda probar el comportamiento de sus experimentos -desde un cultivo de levadura a una retransmisión de radio- a una altura de hasta 35.000 metros, tres o cuatro veces la que alcanza un avión comercial, y después recoger los resultados.

Un taller de robótica con aplicaciones en el mundo rural, una experiencia para crear soluciones originales a problemas del entorno natural a través del videojuego Minecraft, un laboratorio de nuevas músicas basadas en ritmos tradicionales, clases de danza en línea estilo country, degustación de mazorcas de maíz y una caldereta segoviana son otras de las muchas actividades que ofrece el festival.

Está previsto que, a lo largo del sábado, unas 2.000 personas visiten el festival en la finca La Estación de este pueblo segoviano de menos de mil habitantes, muchas de ellas gracias al tren gratuito desde Príncipe Pío (Madrid) y Segovia que pone a disposición la organización, gracias a una colaboración con Renfe.