El hito de doblegar la curva tras superar el pico del coronavirus

El presidente del Gobierno, especialmente en los discursos que ofrece habitualmente los fines de semana, y su gabinete en general recurren continuamente al lenguaje bélico para "combatir" al "enemigo común" y "todos unidos" poder "vencer" al "virus", que poco a poco, "batalla a batalla", irá claudicando gracias, entre otras cosas, a las "drásticas" medidas de confinamiento impuestas por el Ejecutivo desde hace un mes.

Ya sabemos que muchos mandatarios mundiales han equiparado los destrozos de esta pandemia con la II Guerra Mundial, Quizás sería mejor y más positivo para que cale el mensaje en la sociedad echar mano de analogías deportivas, que también toman metáforas de conflictos armados para ensalzar los éxitos y los fracasos de sus protagonistas. Esta vez, este lunes, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, tuvo un motivo para celebrar, dentro de la cautela, al alcanzar España su primer hito, el primer ochomil, en terminología alpina, de unos cuantos que están aún por llegar.

"Los datos nos permiten confirmar que hemos superado ya la primera fase de la epidemia, alcanzar el pico", celebró el político catalán al dar cuenta del triste balance. La próxima meta, en términos ciclistas o atléticos, será "consolidar" la segunda etapa:doblegar –vocablo muy pugilístico– la curva de nuevos contagios.

Aunque las cifras reales son imposibles de conocer sin que hayan sido testados todos los ciudadanos, la información que traslada el Gobierno es positiva, aunque haya que tener en cuenta el efecto fin de semana, cuando los números son sensiblemente inferiores. Illa celebró, en cualquier caso, que se hayan detectado 3.477 nuevos casos en 24 horas –una cifra muy similar al del pasado 19 de marzo, hace casi un mes–; esto es, apenas un 2% de incremento con respecto a las cifras dominicales. También destacó la subida del 6% en el incremento de pacientes recuperados, así como que sólo creciera un 3% el número de fallecidos.

El ritmo con el que sigue avanzando el coronavirus dio este lunes, por tanto, el mayor parón desde que se desatara la crisis en nuestro país; además, hubo nueva caída de fallecidos, que alcanzaron los 17.489 en total después de las 517 nuevas defunciones en un solo día.

Echando la vista al 25 de marzo, fecha en la que los expertos sitúan uno de los primeros cambios de tendencia de la curva, la velocidad de propagación ha ido cayendo progresivamente desde el 20% registrado ese día, al 18% y 14% de las dos jornadas sucesivas, al 8,1% de una semana después o al 4,39% del 8 de abril.

De la misma forma, se contabilizaron 102 muertes menos que el domingo, cuando se había producido un ligero repunte respecto al sábado, día en que se había logrado retrotraer la curva de las defunciones a niveles del 24 de marzo con 510 muertes.

Todo ello hace que, por cuarto día consecutivo, y tras bajadas progresivas sin repuntes desde el 25 de marzo, cuando se alcanzó el 27,3%, el ritmo con el que aumentaron los fallecimientos de personas contagiadas se sitúe por debajo del 4%: en concreto, ayer fue del 3,04%, el más bajo hasta la fecha.

La mejor noticia es que casi cuatro de cada diez (38%) personas que han enfermado por el coronavirus lo han superado: ayer fueron 2.336 más que el domingo, que elevan el total a 64.727. España es el país del mundo que más altas ha concedido, ya que casi doblan a las de EEUU (32.634). No obstante, sigue siendo el segundo país, sólo superado por el norteamericano, en número de contagios y de fallecimientos. Aunque eso no lo convierte en el país más letal: la tasa de letalidad en España es del 10,32%, por debajo de la de Países Bajos (10,7%), Bélgica (12,14%), Reino Unido (12,59%), Italia (12,73%) y Francia (15,09%).

Mientras, el Ministerio de Sanidad sigue sin ofrecer el recuento total de pacientes que han requerido de cuidados intensivos porque las comunidades de Madrid, Castilla y León y Galicia continúan sin notificar los datos acumulados, sino el número de ingresos que había la tarde anterior.

El frenazo de la curva coincide con las dudas que ha suscitado la vuelta al trabajo de los profesionales de los servicios no esenciales ante el temor de que pueda suponer un repunte de casos; de ahí que las autoridades sanitarias sigan llamando a la prudencia y la responsabilidad individual para que todo el sacrificio hecho hasta la fecha no haya sido en balde.

Desde Ginebra, la Organización Mundial de la Salud alertó ayer de el nuevo coronavirus es 10 veces más mortal que la gripe A (H1N1) que apareció en marzo del 2009 en México, por lo que pide que no se relajen las medidas y se proceda a un "desconfinamiento lento" y adaptado a las características de cada país.