Las redes sociales, además de ser espacios en los que compartir opiniones e interactuar con otros usuarios, son como tal un núcleo influyente en las tendencias sociales que se presentan en entornos tangibles.

Una de estas tendencias, en la que nos centraremos en esta ocasión, es la influencia de los cánones de belleza surgidos en interacciones en redes sociales sobre las intervenciones quirúrgicas estéticas en edades tempranas, cada vez más comunes, que de hecho se han traducido en un descenso de 15 años en la edad media de inicio de tratamientos de estética en este 2022, que ha pasado de ubicarse en los 35 años a llegar a los 20.

Esta necesidad de los jóvenes de todo el mundo de acudir a centros estéticos para poder modificar partes de su cuerpo y así adecuar su aspecto a los cánones de belleza que ven en las propias redes deriva de múltiples factores.

Entre estos, se suele destacar la influencia de los conocidos filtros que se ponen a nuestra disposición en cualquier red que nos permita compartir imágenes, los cuales sirven para distorsionar nuestros rasgos, a veces con fines cómicos y a veces con fin de 'embellecernos', ajustando nuestras imperfecciones hasta crear una imagen prácticamente irreal e inalcanzable (de no ser por una hipotética modificación estética, como la que veníamos mencionando).

Algunas variedades de dichos filtros fotográficos, a causa de estos efectos sobre la toma de decisiones de los jóvenes, han llegado incluso a prohibirse en ciertos países.

Por otra parte, los anuncios de determinadas clínicas estéticas, en ocasiones en colaboración con influencers, son también una de las causas de este fenómeno potencialmente peligroso para la seguridad de los jóvenes, tanto por los riesgos que conllevan estas operaciones como por los posibles efectos negativos sobre su salud mental que derivan de tratar de perseguir cánones de belleza, efectivamente, inalcanzables.

El "cambio milagroso" mostrado por clínicas estéticas en redes, uno de los principales culpables 

Según el psicólogo sevillano Jesús Navarro Muñoz, los anuncios publicados por clínicas estéticas en estas plataformas especialmente frecuentados por jóvenes influencian sus perspectivas, haciendo que busquen "un cambio milagroso" para que su aspecto se corresponda con los cánones de belleza establecidos mediante el contenido presente en las redes.

"La comparación es algo que cada vez tenemos más presente en nuestra sociedad", comenta Navarro, "y de jóvenes queremos llevar los mismos peinados, ropa, y ahora incluso labios, de nuestros ídolos. Si uno de nuestros ídolos nos enseña que los labios tan perfectos que tiene es porque la clínica X lo ha conseguido, posiblemente queramos acudir a esa misma clínica para parecernos aún más a esa persona que tanto admiramos.".

En definitiva, la búsqueda de modelos a seguir en personalidades exitosas en redes sociales (éxito que se puede llegar a expandir hasta ámbitos como el mundo del deporte y el espectáculo) sumada a una infraestructura y agenda publicitaria cuidadosamente confeccionada por parte de las propias clínicas estéticas y sus departamentos de marketing es uno de los fenómenos destacados que finalmente se traducen en el aumento exponencial de casos de intervención estética en jóvenes.