El nombre le viene a este bar de su fundador, José Avelino Loureiro, quien regentaba con maestría este lugar en el centro de Heliópolis. Muchos años han pasado desde entonces, pero Avelino sigue conservando su arquitectura y su filosofía de bar de encuentro de parroquianos, de gente del barrio.
Su estupenda relación calidad precio provocan que su público sea predominantemente joven, aunque abundan también las familias completas. Casi imposible coger mesa en el exterior desde muy tempranas horas tanto al mediodía como por la noche.
No es sitio para buscadores de recetas 'gourmet', ni para los amantes de la llamada 'nueva cocina', pero su pechuga con bechamel, su camembert frito y algunos de sus guisos merecen una visita. También tiene caracoles llegada la época y los fines de semana un arroz bastante apetecible. Todo ello en tapas y raciones con precios muy ajustados.
Aparte del yantar y llegada la hora, Avelino tiene también ambiente de copas. Con un sitio privilegiado, disfrutar de esa plaza los mediodías de invierno y las noches de verano es uno de esos pequeños placeres que no hay que perder de vista.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios