La ministra de Educación del Gobierno, Isabel Celaá, inauguró ayer el curso Educar para la igualdad. El único camino en la sede de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona. Celaá recordó la figura de Rosario Valpuesta y señaló que “hay que trabajar en la coeducación para que ningún alumno o alumna se quede atrás en su aprendizaje”.

Además, apuntó que el siglo XXI es un “tiempo de muchos cambios" y hay que “capacitar al máximo el talento de cada persona para que disminuya la desigualdad entre hombres y mujeres, así como entre diversas capas de la sociedad” .

Asimismo, destacó varios estudios en los que se había observado cómo las personas con mayor poder adquisitivo, habían podido obtener más títulos y formación que las personas que tenían menos recursos Por otro lado, glosó sobre el trabajo que se debe hacer para que los niños y jóvenes sean “dueños de su propio pensamiento, sean reflexivos y tengan respuestas a todas las desigualdades” que se producen en el día a día.

El alcalde de Carmona, Juan Ávila, dio la bienvenida a la ministra a Carmona y destacó las medidas de igualdad que han puesto en marcha en el ayuntamiento de la localidad y, en concreto, el trabajo que se está haciendo con los niños en las clases para que no haya carencias en temas de igualdad de género.

También, Amparo Rubiales, que fue consejera de la Junta de Andalucía y miembro del Congreso, recordó el último curso que se hizó en 2019 sobre la igualdad y la ciencia e hizo un reconocimiento por la nueva ley de educación y por el trabajo realizado por el departamento del Gobierno en la formación profesional. Por último, la catedrática de Química Inorgánica de la Universidad de Sevilla y directora del curso, Adela Muñoz, explicó que “la educación es una tarea que se hace a lo largo de toda la vida”, recordó que “los medios y la publicidad también forman parte de esa educación” y que toda esta formación es fundamental para “la supervivencia como sociedad”.