Borja Capponi, el encantador de los perros de 'Malas pulgas'
Cuatro dedica la noche de los viernes al nuevo programa 'coach' en el que se corrigen los defectos habituales que tienen los canes que viven con las familias
Perros que ladran sin parar, se orinan en casa o atemorizan a las visitas. El experto Borja Capponi busca soluciones para "rehabilitar" a estas mascotas y lleva tres semanas en la noche de los viernes con Malas pulgas, en Cuatro. Capponi, no obstante, reconoce que "lo más difícil es enseñar a las personas".
Este adiestrador se ha convertido en la versión española del mejicano César Millán, que con su serie El encantador de perros, que también ha emitido Cuatro, ha dado la vuelta al mundo. Capponi, tras una experiencia de quince años como reeducador de perros, ha llegado a la conclusión de que los problemas de conducta de los animales vienen del "antropomorfismo" que los dueños aplican a sus mascotas, a quienes tratan "como si fueran humanos", cuando en realidad "el perro no tiene sentimientos, no razona", redunda el protagonista del espacio de coach, un contenido habitual en los viernes de Cuatro.
El método de Capponi pasa por volver a los animales los ámbitos de la naturaleza, recreando en la mente del perro situaciones que viviría junto a una manada, entre ellas las de enseñar "quién es el macho Alfa, es decir quién manda en la familia", resalta el monitor de mascotas.
Para Borja Capponi, el 99% de los problemas de la convivencia con los perros se debe a la incapacidad de los dueños de entender las necesidades de sus animales, que viven "intoxicados" por costumbres humanas, como por ejemplo la del contacto físico. "volvemos a los perros yonquis de las caricias, y eso no lo necesitan", subraya este experto.
Los desórdenes de conducta más habituales de las mascotas se mostrarán a lo largo de las entregas de 50 minutos, en los que se analizará las particularidades de cada caso y se ofrecerá a los dueños las pautas para corregirlas, mediante gestos, posiciones corporales o tonos de voz; en el caso de perros "inseguros", por ejemplo, el experto utiliza juegos.
Se trata de imprimir a Malas pulgas un sentido "ameno y didáctico", según Capponi, quien ve el espacio como un "bien social", porque está seguro de que servirá para salvar a algunos canes "del abandono o el sacrificio".
El experto opina que a los perros "hay que darles nuevas oportunidades", aunque haya precedentes de ataques violentos, ya que la culpa siempre es del dueño, y compara la situación con quien conduce sin respetar las normas de circulación, además de reconocer que hay que combinar "personas equilibradas" con determinados tipos de perros.
"Un chaval de 17 años con un pitbull puede resultar tan peligroso como quien conduce como un loco», explica Capponi, para quien "el tamaño no importa" en este caso.
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