Nacida en Camerún, Francine Gálvez es hija de madre camerunesa y padre jiennense. Por eso, creció en el municipio de Lopera. Posteriormente se trasladó a Madrid, donde se linenciaría en Periodismo en la Universidad Complutense. Tras una dilatada trayectoria profesional en televisión, la loperana está detrás del nuevo programa de La 2,Oficiorama, que se ofrece los sábados por la tarde.

Gálvez es una profesional de los pies a la cabeza, lo que se dice una emprendedora nata. Ya dirigió una revista dedicada exclusivamente a medios de comunicación. Ahora, de nuevo, vuelve a ponerse al mando de un espacio. En concreto, de un formato que da a conocer, de forma novedosa, cómo serán las profesiones del futuro. Concebido como un salto en el tiempo desde el futuro hasta la actualidad, el programa cuenta con el testimonio de científicos y expertos de otras áreas sobre los avances de hoy en día y sus aplicaciones más vanguardistas en las próximas décadas.

En Oficiorama, una mujer viaja desde el año 2050 hasta hoy para contar, a través de las nuevas profesiones que se han creado, cómo es su mundo. El programa dialoga con científicos y expertos españoles de las más diversas disciplinas para saber cuáles son los avances que se producen hoy que prueban que las maravillas que cuenta serán realidad. Cada entrega se centra en varios de los empleos que surgirán en los próximos años. Por ejemplo, en el primer programa Michael López Alegría, entre otros, descubrió los destinos turísticos del porvenir que organizará el agente de turismo espacial. Además analizó cómo serán los cirujanos estéticos avanzados y los logros tecnológicos que usará la ciberpolicía en su labor cívica.

Francine también ha mostrado el trabajo de los ingenieros genéticos de bebés, agricultores urbanos y creadores de realidad virtual. También se introduce en la autoproducción y la información compartida (de la mano de David Cuartielles, uno de los padres de la plataforma de hardware Arduino), así como en la oncología a la carta o el diseño de robots humanoides. Habla sobre los arquitectos de ciudades, programadores de longevidad (con una charla con el bioquímico Carlos López Otín) o creadores de espectáculos. Ingeniero de órganos, jardinero vertical, arquitecto de hogares, piloto de drones, nanotecnólogo médico, maestro de emociones, diseñador de coches, vigilante de ecosistemas, tecnólogo en comunicacionestelepáticas, astronauta o creador de prótesis cibernéticas son otros de esos oficios del futuro.