"El Pescaílla no mueve la cola", tituló en portada la revista Sal y Pimienta en 1979. En pocos de años se pasó de una férrea autocensura en la prensa española a una libertad creativa total con muchos titulares y fotografías que hoy no pasarían los filtros de lo políticamente correcto. Sal y Pimienta, una destacada publicación del Grupo Zeta se especializó en zamarrear a los famosos con caricaturas extremas y frases hirientes. Julio Iglesias, Rocío Jurado, Miguel Bosé José María Ïñigo (en general todo los que fuera TVE para de paso atacar al Gobierno, de UCD y después del PSOE)  o Lola Flores y su familia fueron centro de los dardos de esta revista satírica.

Lo del Pescaílla y la cola, que iba con bala, fue una broma que llevó como una cruz Lola Flores. No faltaba semana en que Sal y Pimienta y más de un cronista quisiera burlarse de la artista de Jerez acusando de que su marido, Antonio González El Pescaílla, pionero de la rumba catalana, la aguardaba en casa mientras ella se deslomaba por los escenarios. Por criticar que no quedara y esta persecución es un ejemplo de la resignación que llevaba la Faraona como personaje pública. Al  haber estado casi medio siglo en la portada de la vida social Lola estaba a prueba de chanzas.

Lola Flores, en un balcón de su Jerez natal.

Lola era un gran personaje en todos los sentidos y se convertía en la invitada ideal de cualquier programa. Entraba al trapo con cualquier tema espinoso pero de su boca nunca salieron palabras contra nadie, como recordaba este fin de semana la periodista Marina Bernal, autor el libro Lola, el brillo de sus ojos.

En 1988, en el programa Tariro, Tariro que conducía La Trinca en la Primera Cadena (sólo había a nivel nacional dos cadenas), Lola Flores fue la segunda invitada del espacio de entrevistas y actuaciones. Para la jerezana se creó un plató digno de MasterChef para elaborar un gazpacho. Los componentes de La Trinca iban presentándole ingredientes para que lo agregara a la receta.

Josep Maria Mainat, entonces marido de Rosa María Sardá, con una lata de sardinas le preguntó a Lola "¿tú comes pescadilla todos los días o sólo los viernes de Cuaresma?"

La cantante estaba más que acostumbrada a que apareciera alusiones a marido y con cara de sorpresa, dentro del buen tono de esa entrevista cocinera le respondió con gesticulación: "yo como pescaílla todo el año, pa que te enteres... Además es catalán, gitano y con mucha gracia", replicaba con intención a Mainat, que siempre se ha manifestado como un palpitante independentista. Lola resumía muy bien algunos de los valores por los que eligió como marido a El Pescaílla.

En esa entrevista de La Trinca se reúne mucho del sentir cariñoso de Lola hacia sus compañeros profesión:

-¿Tú te has comido a alguien?

-Aaaay, pero me lo comería, corazón mio y de qué manera.

-¿Y se te ha atragantado alguien?

-¿Ustedes qué creen? Bastante bastante (con sonrisa de dientes-dientes, Lola aludía al encontronazo de Isabel Pantoja con su hija Lolita tras casarse con Paquirri).

-¿Cómo te gustas más, ahora que eres una mujer madura, o cuando estabas más verde?

-Cuando está una verde no sabe las cosas, no sabe una dónde está. La madurez bonita es lo más bonito del mundo. Prefiero la madureeez (canturrea mientras machaca tomates maduros para el gazpacho).

-¿Con quién haces buenas migas? ¿con tus colegas cómo te llevas?

-Divinamente. Con Rocío Jurado me llevo que quita el sentío, ay con María Jiménez, con Massiel, con Mari Trini. Me llevo bien con todo el mundo. 

-¿Y con la Pantoja?

-(Lola toma la maza para machacar y sobreactuando dice) Bueno, también, también.  

Es un momento de los más memorables de Lola en TVE.

-¿Cocinas a fuego lento o a todo gas?

-Yo a todo gas, de lento no me gusta nada.

Ese fragmento del programa se remataba con una receta en la que Lola Flores se ponía a recetar con una de sus actrices más admiradas, la italiana Ana Magnani. La jerezana era de las que se entregaba en el plató. Sus apariciones eran celebradas por sus millones de fans.