TV-Comunicación

Luis, el protagonista

  • Con la despedida de Luis del Olmo se cierra una generación de grandes egos en la gran etapa dorada de la radio. Su proyección en Madrid empezó en 1961, 12 años antes de 'Protagonistas'.

Onda Cero Radio, recién creada por una bulliciosa ONCE que alcanzaba hasta el accionariado de Telecinco, decidió tirar la casa por la ventana para jugar desde el primer minuto en el EGM. Dieron un golpe de efecto fichando a Luis del Olmo con sueldo de futbolista galáctico: 600 millones de pesetas de 1991 al año (trasladado al poder adquisitivo actual, unos 15 millones, lo que gana Cristiano Ronaldo). Un potosí. Una exageración. La radio parecía Hollywood, aunque para sufragar el gasto de Del Olmo por las emisoras locales se repartieran sueldos de risa. E incluso de miseria. Ah, la vocación. La precariedad en el periodismo no es de estos tiempos. En la radio había unos millares de currelantes para unos cuantos sueldos desorbitantes (aunque conlleve el reparto entre colaboradores) y eso generaba unos egos realmente terroríficos: José María García, Encarna Sánchez, Antonio Herrero, Iñaki Gabilondo, Jiménez Losantos...

Del Olmo, decía este viernes, ya no volverá a la radio. Se despide de esos micrófonos a los que refrescó, adoró y con los que llegó a sentirse poderoso. Demasiado todopoderoso. Por la boca muere el pez, aunque sea de viejo. Protagonistas se acaba aunque en realidad comenzó a acabarse en 2004, cuando recalaba en la siempre fallida Punto Radio del Grupo Vocento, donde el contenedor fue compartido por el berciano con otras voces, incluso con Julia Otero. A principios de la temporada pasada el espacio ya vivía su agonía al convertirse en una entrevista semanal y apuró su 40º cumpleaños en los viernes de Radio Nacional hasta esta semana. Del Olmo dejó Punto Radio cuando era absorbida por la Cope, esa misma cadena que le fichó estelarmente en enero de 1983, cuando la radio, tras el impulso del 23-F y la ampliación de licencias en FM, arrancaba su gran etapa dorada como el gran medio: inmediato e informativo. Burbujeante. Influyente.

Luis del Olmo (Ponferrada, 1937) se llevó a la renovada cadena eclesiásitca, bajo la dirección del sacerdote José Luis Gago, esa marca de Protagonistas en cuya última etapa en la radio pública había sido De costa a costa. Él y su Protagonistas comenzaban el 1 de julio de 1973, pero el programa ya llevaba entonces cuatro años en antena. Un formato, una fórmula, inspirados en Italia y que en 1969 arrancaba en Radio Miramar promovido por Jorge Arandes. Este mismo directivo, renovador de una empolvada radio pública desde Cataluña, decidió poner al agonías leonés al frente del matinal de 9 a 12. La jugada salió muy bien.

Según confesión del propio protagonista, Luis del Olmo encontró su oportunidad cuando acompañaba a su madre a Madrid a una visita médica en 1961. Tras forjarse en La Voz de León aquel veinteañero dispuesto a comerse el mundo se enteró por el periódico que necesitaban locutores en la entusiasta y falangista Radio Juventud. Empezó a despertar a los madrileños y poco después lo compaginaba con Radio Intercontinental. También se sumaba a las noches de Radio Nacional en su emisión para América, por lo que llegaba a estar más de veinte horas diarias en los estudios.

La pela es la pela y fue el mencionado Arandes el que se lo llevó en 1968 a Barcelona, como una de las jóvenes voces de RNE. En aquella etapa figuran algunas de sus contadas apariciones televisivas, como el concurso Siete y media musical. Con Protagonistas llegaría su trampolín aunque en 1976 fue cesado durante 18 días por el entonces director general de RTVE, Rafael Anson, por unas críticas a la empresaria Maite Comodore, a la que tuvo que entrevistar en uno "de los grandes sapos" de su carrera, según recuerda. Los periódicos barceloneses clamaron y el de Ponferrada, ciudad que puso en el mapa también por sus premios con botillo, regresó a dar los buenos días. Y después las buenas tardes en la también pública Radiocadena (ex Juventud) con Hora puntao Cita a las cinco. Por la llamada ley de incompatiblidades en 1982, y con José María Calviño de director general, tenía que elegir entre uno de los dos programas. Al final la decisión, vía fichaje generoso, llegó por la Cope 1983 y sin tener que renunciar a la mañana. Por la noche andaba Encarna Sánchez, frente a García en Antena 3 y Jesús Quintero en la SER: sí, eran buenos tiempos.

Luis, adusto, engolado, enamoraba a la audiencia y aliñaba entrevistas con tertulias, noticias y repaso a la prensa que sonaban a cascabeles en unos oyentes que se habían resignado a las gacetillas publicitarias, discos dedicados, folletines y diarios hablados (Del Olmo fue durante años el que pronunciaba el de las dos de la tarde). Protagonistas, el primero que se emitió en pleno vuelo o en un submarino, era la vanguardia. También era comprensible que con los años fuera rebasado por cadenas con más estaciones (Gabilondo y la SER) o por nombres más jóvenes y guerrilleros como el infortunado Herrero. O el Herrera. Del Olmo ya no estaba entonces en la Cope y con la SER coqueteó en los 80 antes de la llegada de Prisa en el 85. Fue un matrimonio imposible. Sobre todo por el sueldo del de León, que durante años protestaba por las licencias de radio que le habría escamoteado Alfonso Guerra.

Reunía los miércoles a Tip, Coll, Tito Diagonal (el gran Estadella), Forges o Alfonso Ussía en El debate del estado de la nación, seleccción de humoristas en un país aún muy serio. Incluso pasaron a las noches de Telecinco. Norma Duval por entonces le arreó un zapatazo en el estudio a Jimmy Giménez Arnau que ya lo hubiera querido Sálvame. Jesús Mariñas era un estrecho colaborador hasta que terminó largando de su jefe.

En 2001 estuvo en el punto de mira de ETA. Ocho intentos. Pero a Luis sólo le ha callado el tiempo. El distancimiento con sus oyentes. Y las cuentas no le han salido a estas alturas porque tuvo que denunciar por estafa a su administrador, Rogelio Rengel. Del Olmo ahora aguarda en Roda de Bará, Tarragona. Y espera no retirarse del todo.

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