"Pensaba que me iban a linchar por hacer de Mauricio"

Gracias a su papel de Mauricio Colmenero en Aída, Mariano Peña fue premiado como Mejor Actor Secundario de la televisión en 2006 por la Unión de Actores. Pero no es el único orgullo que este onubense debe al gañán propietario del Bar Reynolds. Su popularidad va cada día en aumento. En esta novena temporada que arranca esta noche los guionistas han hecho un guiño al ¿entrañable? personaje: los espectadores están a punto de conocer a su madre. ¿Les recuerda a alguien?

-¿Cómo es esa madre de Mauricio? Peor que él, imposible.

-(Risas). Es como la madre de Norman Bates en Psicosis (más risas). En serio, me he llevado años diciéndoles a los guionistas que si Mauricio Colmenero tuviera una madre tendría que ser como la de Norman Bates, que salga todo el rato de espaldas y sólo al final se le viera la cara. Y parece que me han hecho caso. Les gustó mi idea y aquí está doña Eulalia.

-¡Vaya labor de caracterización!

-¡Ufffff, es increíble! Para una aparición tan cortita, el trabajo tan grande de maquillaje. Y tan laborioso, usando látex, capa tras capa... Cuatro o cinco horas lleva este resultado... pero es increíble.

-Y nuestro Mauricio, ¿cómo seguirá? ¿En su línea o cambiará algo?

-Naaaada, en su línea. Amigo y enemigo de todos. Yo siempre pienso que ha tocado techo pero cuando me pasan un nuevo guión, ¡plafff! me vuelve a sorprender. Me digo: '¿qué le pasa a este tío?'

-Quizás en eso radique su éxito, ¿no? En que es un personaje extremo, un gañán. No tiene más vueltas, él es así.

-Desde luego. Pero lo más sorprendente es que la gente le quiere. Hace unos años, compañeros míos actores que hacían de malo me contaban que iban a tomarse un café o por la calle y la gente le espetaba: 'No sea usted así, no se porte mal con tal'. No diferenciaban ficción de realidad. Por eso cuando me dieron el papel de Mauricio pensé que me iban a linchar por la calle (risas). Menos mal que no ha sido así.

-¿No teme encasillarse con este personaje? Lleva un montón de años interpretándolo en Aída.

-En principio los actores lo que queremos es interpretar a gente cuanto más diferente mejor. Cuando más variados sean los personajes, mejor. Pero, vista la popularidad y el cariño que tiene la gente a Mauricio, si me encasillo con él ¡bendito sea Dios!