Obituario

Muere el actor Manuel Gallardo, el padre de Javi en 'Verano azul'

  • El intérprete, de 85 años, era memoria viva del teatro y desde 1981 formó parte del reparto de la mítica 'Verano azul'.

Manuel Gallardo, en una imagen de archivo.

Manuel Gallardo, en una imagen de archivo. / Gtres

El actor cordobés Manuel Gallardo ha fallecido este viernes a los 85 años en Madrid a consecuencia de un ictus, según ha informado la Unión de Actores y Actrices en su cuenta de Twitter. Con una dilatada carrera a sus espaldas sobre las tablas, el intérprete, uno de los más conocidos del teatro español, también se dio a conocer por su participación en diferentes series de televisión, entre ellas la mítica Verano azul.

Gallardo, en el papel del padre de Javi (Juanjo Artero), en 'Verano azul'. Gallardo, en el papel del padre de Javi (Juanjo Artero), en 'Verano azul'.

Gallardo, en el papel del padre de Javi (Juanjo Artero), en 'Verano azul'. / RTVE

Gallardo, que tuvo su propia compañía teatral, participó en numerosos Estudio 1, programa televisivo a través del cual llegaba el teatro a los hogares cuando en España solo había dos canales. El actor, que era memoria viva del teatro, descendía de una estirpe teatral. Destacó con obras en verso del Siglo de Oro y participó en numerosas ediciones del Festival de Teatro de Mérida.

Manuel y su hija, la también actriz Nuria Gallardo. Manuel y su hija, la también actriz Nuria Gallardo.

Manuel y su hija, la también actriz Nuria Gallardo.

En televisión, también intervino en el espacio Teatro de siempre. Entre las numerosas representaciones en las que participó figuran Don Juan Tenorio, Tierra baja, El reinado de los lobos, Hernani, Delito en la isla de las cabras o A media luz los tres. También intervino en series como Las viudas, La loca peluquería, Lleno, por favor o Mamá quiero ser artista. Desde 1981 formó parte del reparto de una de las series más conocidas de la televisión española, Verano azul, donde dio vida a Javier, el padre de Javi (Juan José Artero).

En el cine, donde debutó en 1962 con Tierra de todos de Antonio Isasi-Isasmendi, interpretó una treintena de películas. Si de algo estaba orgulloso es de haberse metido en la piel de infinidad de personajes. Los de galán que solían darle de joven no los apreciaba demasiado.  "Son los más sosos", explicaba a su hija en una entrevista donde repasaba su carrera junto a ella, también actriz, Núria Gallardo.

Primero trabajó en la compañía paterna, luego lo hizo en compañías de repertorio de provincias. Después de hacer la mili se trasladó a Madrid donde debutó con la compañía de Conchita Montes con Tía Mame en 1959, en el Teatro Lara. Aunque empezó con un rol pequeño acabó interpreando un primer papel en la obra cuando el actor principal se fue a rodar una película. No desaprovechó aquella ocasión y empezó a labrarse un futuro que le abriría las puertas de los mejores teatros y compañías.

El actor de Cardeña (Córdoba), en la piel de Don Juan Tenorio. El actor de Cardeña (Córdoba), en la piel de Don Juan Tenorio.

El actor de Cardeña (Córdoba), en la piel de Don Juan Tenorio.

Trabajó con directores como José Luís Alonso con quien debutó en A Elektra le sienta bien el luto (1965, Teatro María Guerrero). "Me dijo que sería el novio de Núria Espert y el amante de Julia Gutiérrez Caba", recordó en ese encuentro con su hija disponible gracias al Centro de Documentación Artes Escénicas y Música. Después trabajó con José Tamayo en el Teatro Bellas Artes y en el Teatro Español con montajes dirigidos por Alberto González Vergel y Adolfo Marsillach, entre otros. 

Él, que había hecho casi todos los papeles de Don Juan Tenorio, vivió todo tipo de pasiones, odios, amores, alegrías, desgarros y venganzas, sobre todo en el teatro, donde interpretó infinidad de obras. Desde La Orestíada, de Esquilo y La Dama Duende, de Calderón de la Barca y Cyrano de Bergerac de Edmond Rostand a Bodas de sangre, de García Lorca a Misión al pueblo desierto de Buero Vallejo, El sol en el hormiguero de Antonio Gala.

Sin micrófono

"Yo jamás he trabajado con micrófono", se enorgullecía Manuel Gallardo, que tenía una dicción y proyección espectaculares. A diferencia de otros que estudian teatro, él lo aprendió todo trabajando, asistiendo a ensayos y fijándose en otros actores a los que admiraba. "Para mí ser actor es dejar de ser yo para ser otro, sin dejar de perder el control", explicaba. Y siempre insistía en la importancia de vocalizar. "Por muy buen actor que seas, si no se te entiende una palabra eres un patata".

Gallardo luchó por el reconocimiento de la profesión a través de la Unión de Actores en la que trabajó para conseguir el día de descanso y la función única, entre otros. 

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