"Joaquiiiíneezz", es el grito de guerra, es un decir, de su personaje, con pronunciación hosca, espesa. El Aberroncho es el absurdo rural: el erudito de la plaza mayor, un garrulo  intrigante, digno de Cuarto Milenio. Nada que ver con la campechanía  transparente e hiperactividad de Paco. Paco Collado es un escudero de los de toda la vida. Junto a Cruz y Raya, con ellos  juntos o por separado, aquel joven de la movida madrileña se convirtió en un caballero andante de la guasa. Sabe mucho de noches de guardia en la garita, en el Mississippi de Pepe Navarro, en Lluvia de estrellas o en la radio, ahora, con Albert Castillón.

El alma de El Aberroncho surgió de la voz más firme de Radio Clásica, la de Rafael Taibo, el narrador del Mundo Submarino del comandante Cousteau. "La gamba berebere se aberroncha contra el rocaje vivoooo"... proclama cavernoso Paco, arrastrando fonemas.  La deformación de Taibo creó al personaje de la gorra. Paco fue uno de los partícipes de este celebrado fin de año de José Mota y prepara una serie de humor de la que ya tiene un capítulo piloto.  Quiere aberroncharse contra el futuro.

-Usted es Paco y es también El Aberroncho, ¿lo  de dedicarse al humor salió un día así, de casualidad?

-Yo de pequeño  con la ceniza de los cigarrillos de mi madre, cuando se podía fumar sin remordimientos, me  pintaba los bigotes de Cantinflas  y  salía a la calle, me inventaba mis películas... No, las cosas no surgen de casualidad.

-¿Cómo es esa serie que está usted preparando?

-Es una serie de sketches de humor de la vida diaria, de lo que está en la calle y en la que se irán intercalando muchos personajes. Y, hombre, lo más seguro es que también salga El Aberroncho.  Seguro que va a aparecer El Burriagas,  que es un granjero que lleva un sombrero que mide un metro de largo y que habla así, raro, como entre mejicano y californiano.  Tenemos a Porrancas, un tío lamentable con mucha cara  que, por ejemplo, es un pelotazo en Operación Triunfo. Lo que me gustaría en esa serie es hablar de los orígenes de El Aberroncho... de que es un extraterrestre que, como Los Inmortales, ha vivido en todas las épocas del mundo... en la Edad de Piedra, con los vikingos, con Nietzsche, yo que sé...

-Comienza a desvariar. Tranquilícese...  ¿En qué cadena le podremos ver?

-El episodio piloto se ha presentado en varias cadenas nacionales y autonómicas y ahora mismo no sabemos qué va a  pasar. Se han grabado 50 minutos y también hemos preparado una selección de 20 minutos.

-¿Quiénes le acompañan?

-Varios actores de La hora de José Mota, como Emilio Feijoo, Javier Padilla, Marcos Ortiz. Cuento con un magnífico humorista valenciano, Cañas, y bueno, un montón de amigos que han confiado en el proyecto.

-Podría ser el Aberronshow...

 -No es mal nombre. Aberronshow o Aberronchou, o  Las aberronchadas de Paco Collado, o Las locuras...  El nombre está abierto, porque no por nombres no andamos faltos. Esta serie pretende ser un retrato de la vida diaria pero con personajes muy absurdos.

-Esto quiere decir que va a dejar de colaborar con Mota.

 -No, esto pertenece a un proceso de maduración de lo que he estado haciendo. Quiero volar por mi cuenta, pero no significa que rompa con quienes he estado hasta ahora. Y por supuesto Jose va a contar conmigo siempre. Y con El Aberroncho.

-Ha formado parte de la trastienda de Mota y Juan Muñoz, de Cruz y Raya, desde sus comienzo.

 -Los conocí en el 87, cuando estaban en una sala de espectáculos de Madrid que se llamaba Flamingo. Me los presentó el locutor Joaquín Luqui, que para mí era como mi padre.  Yo entonces hacía teatro y durante esos años participé en cuatro obras musicales.  Me enganché a un  grupo  que se llamaba Hay Caldo...

-Hay Caldo, sólo por el nombre parece que era una banda un tanto mala.

-No, no éramos malos. De verdad. Si quieres lo dejo en regular, pero fuimos finalistas de varios certámenes en Madrid...

-Usted trabajaba en Tutti Fruti, es decir, bailoteaba al lado de unos iconos nacionales como Las Mamachicho. Usted estaba ahí cuanto empezó todo...

-Hombreee, imagínate cómo estaban en persona Las Mamachicho... Eran unas chavalas que se tomaban muy en serio el trabajo. Todos nos tomábamos en serio aquello y nos lo pasábamos muy bien, aunque después algunos critiquen de que aquello era una horterada... En aquellos programas comenzaban Belén Rueda, Penélope Cruz,  Jesús Vázquez, Andoni Ferreño...

-Y poco después se topó con Pepe Navarro y sus iras...

-Pepe tenía un genio demasiado fuerte, como se notaba, pero yo no sufrí sus iras directas en el Mississippi. Como tenía más confianza con Carlos Iglesias (Pepelu) él sí  que se llevaba sus buenas broncas. Pero son grandes profesionales.

-Cruz y Raya pasaron de aquella Telecinco del principio a TVE, y usted formó parte de todos sus programas...

-Fue una decisión acertada y ahí están los datos y el éxito de José Mota al cabo de los años. Pero tengo que decir que en  su momento TVE tenía que haber cuidado aún más los programas de Cruz y Raya.

-Se lo preguntan siempre ¿está mal la relación entre ambos?

-No. Pudo haber algo de  mal rollo en su momento, pero Juan y Jose mantienen una buena relación. Hace unos días falleció el productor que teníamos, Pablo Elvira, y ambos estaban juntos, muy emocionados.

-¿Cuánto de improvisación hay en los sketches que hace con Mota?

-Hay improvisación porque en lo imprevisto surgen muchas chispas, pero  para hacer humor hay que ser exigente y concienzudo.