"Aquí nos queremos reír de nosotros entre nosotros"

En todas las autonómicas cuecen habas. La sevillana Reyes Prados presentaba Euskadi directo en la ETB en castellano, con éxito de audiencia. El programa pasó al primer canal, en vasco, y Reyes se quedó sin programa... Y la ETB sin éxito, ya que Euskadi directo naufragó al poco. Reyes, una de las presentadoras más populares por allá, conduce desde hoy Tú al Norte y yo al Sur. Esperada coproducción de la ETB y Canal Sur que esta noche (22:15) se estrena en ambas cadenas. Los del Norte se vienen a Ardales, en la serranía malagueña; los del Sur se van para la patria chica de Juan Sebastián Elcano, Guetaria.

-Si es por integrarse, usted ya es una experta.

-Me sorprende cómo te quiere la gente y vas por la calle y te cuentan sus problemas. Yo me integré muy bien el País Vasco, me gusta aprender, pero yo no pensaba ni en una remota posibilidad de vivir algún día fuera de Sevilla. Surgió así. Con este programa por primera vez mis padres me van a ver en la tele.

-En este programa no se aludirá al terrorismo ¿pero usted llegó a vivirlo?

-Yo llegué en 2006 a Euskadi y tuve que cubrir varios atentados. Eso lo he vivido yo. La gente estaba más harta de lo que pensábamos. Quedan resquicios y entre los abertzales hay cierta inquina que ellos mismos no saben ni contra qué luchan. La gente está harta de que en las fiestas de los pueblos estén ahí las fotos de los presos, que siga la cantinela...

-¿Ya podemos reírnos?

-Entre creativos y actores de la productora Pausoka surgió Ocho apellidos vascos y Allí abajo. Ahora, Tú al Norte... En este programa queremos reírnos de nosotros entre nosotros.

-¿Está ya todo grabado?

-La parte del reality está grabada, pero queda mucho por montar y muchas presentaciones. Yo presento lo que pasa en Guetaria y en Ardales, pero en cada sitio hay un anfitrión que va guiando a los concursantes. En el sur es Natalia Roig y en el norte, Gorka Aguinagalde, el médico vasco de Allí abajo.

-¿Qué puede adelantar de los concursantes andaluces?

-Los andaluces son geniales. Al principio llegan un poco descolocados, pero están muy predispuestos a aprender. Al principio hay más comparaciones, piensas que lo tuyo es mejor, pero como allá donde fueres haz lo que vieres, se van integrando. Los vascos también se integran pero al principio no entienden lo que les dicen en Ardales. Los andaluces van dejando de ser tan presumidos y los vascos van arreglándose la ropa.

-¿Se elimina el que no pasa la prueba de lo aprendido?

-Es así. Uno a uno, aunque habrá repescas. Pero sin malos momentos. Aquí no habrá conflictos, sólo buen humor. Alguno llora, pero nunca por rabia.

-Un andaluz tendrá grandes diferencias culturales con un islandés ¿pero con un vasco?...

-En este programa enseñamos dos culturas, la vasca y la andaluza. Nos parecemos, claro, pero la gracia está cuando comparamos nuestras diferencias. Ahí está lo gracioso. En el tema amoroso los vascos han cumplido con sus tópicos y los andaluces... también.

-¿A usted la respetan en Euskadi?

-Los que te pueden mirar mal son los menos. Tengo excelente relación con amigos muy nacionalistas que son los que alaban más mi esfuerzo por trabajar en el País Vasco. Yo no he renunciado a mis raíces y por eso puedo respetar y aprender en Euskadi. En Andalucía tenemos un complejo justificado de cómo nos han tratado en el cine o en las series. En Ocho apellidos vascos o en Allí abajo lo que salen mal parados son los vascos. Ya es hora de que se sepa cómo somos y así reírnos en tono sano.