San isidro

Castella, faena compacta a 'Lenguadito'

  • El francés corta la única oreja por una faena compacta que brinda al rey Juan Carlos. Urdiales se marca una vuelta al ruedo tras un trasteo desigual y Talavante, en blanco.

Tarde de máxima expectación, con un lleno de No hay billetes y la asistencia, por segunda vez en este San Isidro, del rey Juan Carlos, acompañado por su hija, la Infanta Elena.

El espectáculo, con altibajos, mantuvo el interés del público, que disfrutó intensamente en varios pasajes. Sin duda, la faena compacta de Sebastián Castella a un sobrero de Toros de El Torero, premiada con un trofeo, y otra desigual de Diego Urdiales, quien dio una vuelta al ruedo, fueron los trasteos más ovacionados por el respetable. Alejandro Talavante, con el peor lote, dejó destellos en su primero. Del encierro, los titulares de Núñez del Cuvillo dejaron mucho que desear, a excepción del cuarto;siendo el mejor el quinto bis, de Toros de El Torero.

Castella realizó una faena compacta a ese quinto bis, un sobrero de Toros de El Torero que sustituyó a un titular, descoordinado, de Núñez del Cuvillo. Lenguadito, negro, de 539 kilos, con buenas hechuras, fue un gran toro, tocadito, estrecho de sienes, encastado, noble y que humilló hasta hacer el avión. Castella brindó su faena al rey. En los medios, esperó hasta el último segundo para un muletazo por la espalda al astado, intercalando con la derecha otro fallero. Hubo mando en varias series diestras; en una de ellas, deslumbrante cambio de mano. El toreo al natural tuvo como virtud la suavidad de los muletazos. En corto, metido en el terreno del toro, hubo dominio del francés. Faena larga, en la que sonó un aviso antes de una estocada casi entera determinante para ganar a ley el único trofeo que se concedió.

Sebastián Castella se estrelló con el segundo, cornidelantero y corniabierto. Sin fortaleza alguna, se defendió una y otra vez a cabezazos. El trasteo de Castella, que comenzó con muletazos por alto, imposible para el lucimiento, estuvo salpicado de enganchones.

Al primer toro, flojísimo, lo mantuvo el presidente en el ruedo entre las protestas del público. Cinqueño, alto y enmorrillado, se despeñó desde el primer tercio. Urdiales, que brindó al rey, en las afueras, desistió tras varias caídas del animal. Mató de buena estocada.

Con el cuarto, pronto y noble, al que le faltó humillar, Urdiales realizó una faena larga y desigual, que brindó al Faraón de Camas, en el tendido, acompañado de su esposa Carmen Tello. Comenzó con la diestra con las plantas asentadas, acompañando los muletazos con la cintura.Otra por ese pitón, rematada con una trincherilla fue muy ovacionada. Con la izquierda destacaron unos naturales a pies juntos, con otra trincherilla preciosa. Sonó el primer aviso antes de entrar a matar. Buena estocada, pero tardaba el toro en caer. El riojano precisó de tres descabellos y cayó un segundo aviso. Pese a ello, dio una vuelta al ruedo.

Alejandro Talavante se mostró sereno, seguro y con temple ante el tercero, un colorao, bajo, corniabierto, que embistió con prontitud, movilidad, pero sin clase, antes de rajarse definitivamente.  El pacense se marcó un par de bellas verónicas. Comenzó con estatuarios, esquivando una colada del astado por el pitón izquierdo. Con la derecha destacaron dos series cortas con muletazos de buen trazo. Y lo mejor surgió con su zurda prodigiosa, dibujando algunos naturales bellísimos; un par de ellos al ralentí.

Como sexto saltó un Arrojado, que en nada se pareció al indultado en Sevilla. De mal juego, lo finiquitó de inmediato Talavante entre protestas, dando un mitin con los aceros.

Ficha del festejo:

Decimocuarta corrida de la Feria de San Isidro

Ganadería: Corrida de Núñez del Cuvillo, de dispares hechuras y en conjunto deslucida. Un sobrero, ‘Lenguadito’, como quinto bis, de Toros de El Torero, el mejor del encierro, encastado, noble y con humillación, que fue ovacionado en el arrastre. 

TOREROS: Diego Urdiales, de sangre de toro y oro. Estocada (silencio). Estocada y tres descabellos (vuelta al ruedo con algunas protestas tras dos avisos). Sebastián Castella, de grana y oro. Casi entera caída (silencio tras aviso). Casi entera caída (oreja tras aviso). Alejandro Talavante, de nazareno y oro. Tres pinchazos y media (silencio tras aviso). Dos pinchazos, media y descabello (protestas).

INCIDENCIAS: Plaza de toros de Las Ventas. Jueves 21 de mayo de 2015. Lleno de No hay billetes. Asistió el rey Juan Carlos, acompañado de la infanta Elena. El monarca recibió brindis de Urdiales y Castella.

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