El empresario taurino Curro Mateo ofreció el pasado miércoles una conferencia en el Club Taurino de Murcia sobre la figura de su padre, Miguel Mateo Miguelín , donde señaló que fue un "vocacional del toreo, ya que no salía a los ruedos por dinero, sino a disfrutar, por lo que necesitaba sentirse a gusto".

Mateo destacó que Miguelín "si lo veía claro, se preparaba a fondo y toreaba; tenía que estar mentalizado y sentirse a gusto ante el toro, ya que en caso contrario se apartaba".

El hijo del gran torero, que triunfó en Murcia (donde tomó la alternativa en 1958) en casi todas las ocasiones en que hizo el paseíllo, precisó que éste nació en esta capital el 10 de enero de 1939, y no en marzo de ese año, como se afirma en algunas crónicas.

Sobre el incidente que protagonizó al saltar al ruedo de Las Ventas de Madrid vestido de paisano cuando Manuel Benítez El Cordobés lidiaba un toro, su hijo comentó que "no lo llevó preparado, sino que fue un gesto espontáneo con el que quería protestar por algunas cosas que pasaban en el toreo de entonces y por ciertas presiones que recibía".

"En la historia de la Tauromaquia habrá habido toreros mejores o peores que mi padre, dijo Curro Mateo, pero Miguelín fue distinto a todos; tenía tanta ilusión y ganas que se puso en figura del toreo en tres ocasiones, ya que tras algún altibajo sabía crecerse y salir a flote", añadió Mateo.

El hijo del diestro criado en Algeciras se refirió también a las dos películas protagonizadas por su padre, El momento de la verdad, que será proyectada el próximo martes en el Club Taurino de Murcia, y El relicario, protagonizada junto a Carmen Sevilla. "No debió ser mal actor, porque tras estas dos cintas le ofrecieron que siguiera en el cine y se dejara los toros, aunque no lo aceptó", aseguró.

Durante la tertulia, el crítico taurino Antonio González Barnés ha propuesto al Club Taurino que inste la colocación de un azulejo en la puerta grande de La Condomina en el que figuren los nombres de todos los diestros nacidos en Murcia; entre ellos, el de Miguelín.