Microcirugía para recuperar la expresión de Padilla

El torero Juan José Padilla se recupera de una compleja intervención de microcirugía a la que fue sometido el pasado martes en el Hospital Virgen del Rocío que le permitirá recuperar la expresión y los movimientos faciales, como masticar o hablar.

La grave cogida que sufrió el maestro seccionó por dos zonas el nervio facial (el tronco y la rama superior), de modo que la parálisis de los músculos de la cara habría sido total e irreversible si Padilla no llega a entrar en este quirófano. La intervención requirió de once horas y consistió en la reconstrucción del nervio encargado de mover los músculos de la cara y de la expresividad. Se estima que la microcirugía permite una recuperación media del 80% de la movilidad facial.

Tras localizar el extremo del tronco del nervio facial próximo a la base del cráneo, un proceso muy laborioso, los cirujanos procedieron a unirlo con el otro extremo, que quedó suelto, en la zona de la mejilla. "Uno de los momentos más complejos en esta operación consiste en localizar los dos extremos del nervio que quedó afectado por la cornada", precisó ayer el doctor Alberto García Perla, cirujano maxilofacial y coordinador del equipo de especialistas que se encargó de la intervención. El tronco del nervio facial nace del cerebro y se ramifica por toda la cara permitiendo así mover los músculos.

Durante la operación se reparó también la rama superior del nervio facial, que permite mover la frente, que había quedado seccionada. "Para unir los extremos del tronco del nervio y para reparar la rama se requiere de un injerto nervioso que suele ser sensitivo y se extrae de la pierna del propio paciente", añade el coordinador de la intervención. De modo que una vez que los cirujanos extraen el injerto lo colocan entre los extremos del nervio.

El equipo de 18 especialistas liderado por Alberto García Perla contó con la participación de Rodolfo Belmonte, cirujano maxilofacial; Domingo Sicilia, cirujano plástico; los otorrinolaringólogos Francisco Esteban y Rafael Martínez; y el anestesiólogo Enrique Navas, apoyados en todo momento por personal de enfermería.

La reconstrucción del nervio facial requiere de una gran precisión ya que esta estructura tiene un calibre muy reducido, de apenas tres milímetros y los puntos de sutura para la unión de las distintas partes seccionadas se realiza con un hilo quirúrgico muy fino que requiere de microscopio.

Tras un daño grave, como el que sufrió Padilla, la cirugía de reconstrucción debe indicarse lo antes posible para que los músculos de la cara no queden dañados de forma irreversible por una atrofia que afecta a las funciones de fonación y deglución. En principio lo idóneo es realizar esta intervención 72 horas después del incidente que provoca la lesión si bien antes hay que "valorar el estado de salud del paciente y las operaciones que requiere antes", añaden fuentes hospitalarias.

Tras la intervención, que ha sido "perfecta" desde el punto de vista técnico, en el plazo de una semana Juan José Padilla comenzará a realizar rehabilitación para reactivar los músculos, mantener el tono muscular y estimular el nervio facial reparado. Tras este tratamiento el torero comenzará de nuevo a poder realizar movimientos con la cara en un plazo de cuatro a seis meses.