Antes, los rejones en Sevilla se celebraban en horario matinal y, por la tarde, había corrida a pie. Eso cambió en los tiempos de apreturas económicas, cuando la empresa Pagés decidió retrasar los rejones a las seis y media con el fin de ahorrarse un festejo en la feria. Desde entonces, la caballada se ha convertido en el día en que el abonado regala su entrada a algún amigo o familiar que disfruta con el festival ecuestre porque son habas contadas los aficionados a los toros que también lo son del rejoneo.

Durante esta jornada extraña, a caballo —nunca mejor dicho— entre la apoteosis de Victorino Martín y lo que resta de feria, se batían en duelo Diego Ventura y Guillermo Hermoso de Mendoza, hijo de su eterno rival, el navarro Pablo Hermoso. Como testigo de este pulso, el portugués Rui Fernandes.

Cuando Rui Fernandes y Diego Ventura comenzaron en los ruedos, Guillermo Hermoso de Mendoza aún no había nacido. Ahora es un joven de 23 años valiente y con temperamento, que monta caballos que son hijos de ejemplares míticos en la cuadra de Pablo Hermoso. Este domingo, Guillermo ha dejado de ser una promesa para convertirse en una figura del rejoneo que ha cosechado su tercera Puerta del Príncipe tras cortar tres orejas a su lote de San Pelayo, de muy distinta condición.

Guillermo Hermoso de Mendoza muestra, eufórico, las dos orejas cortadas al sexto.

Un Orestes a caballo

A orillas del Guadalquivir, Guillermo Hermoso de Mendoza "ha vengado", en cierta manera, a su padre, como un Orestes a caballo. En la mitología griega, el hijo de Agamenón es conocido como el vengador de su progenitor, que fue asesinado por Egisto. Volviendo a La Maestranza, ante el sexto, un manso con peligro y aculado en tablas, Hermoso de Mendoza hijo se la jugó valientemente y fue un cañón con el rejón de muerte. Todo bajo la mirada de Pablo Hermoso, que lo seguía desde el callejón. Ya había paseado una oreja de su primero en otra faena donde se palpó su nervio y carácter. 

Cierto es que Diego Ventura le habría acompañado en el triunfo si no llega a fallar constantemente con los aceros. El sevillano desplegó todo su repertorio de quiebros, bocados, lanzada de una cabezada y cabriolas. Como curiosidad, al segundo lo descabelló sin descabalgarse. Con el quinto, se pasó de faena.

Rui Fernandes ha sido más que un convidado de piedra en el duelo Ventura-Hermoso de Mendoza. El cavaleiro a punto estuvo de cortar una oreja al cuarto bis, el peor toro del encierro enviado desde Salamanca por la familia Capea, la cual estaba, al completo, en los tendidos de La Maestranza. Era un animal manso y aquerenciado con el que Fernandes estuvo muy por encima, principalmente a la hora de matar, cuando lo pasaportó de un rejón fulminante. Los tendidos pidieron para él la oreja, pero la presidenta no sacó el pañuelo blanco. El veterano jinete salió a los medios a recoger una ovación con los ojos vidriosos.

Diego Ventura 'suda tinta' y se marcha de vacío en su regreso a La Maestranza.

Piruetas, las justas

Este domingo, por cierto, se ha celebrado el Día del Libro y, entre toro y toro, vienen a mi memoria aquellos versos de Fernando Villalón: "Mi caballo se ha cansado / Mi caballo el marismeño, / que no le teme a los toros / ni a los jinetes de acero".

Una efeméride de la historia del rejoneo: un 23 de abril de 1945, hace exactamente 78 años, se presentaba en La Maestranza la rejoneadora chilena Conchita Cintrón, 'La diosa rubia'. ¡Qué mujer! De ella, no hablan las feministas de ahora. Piruetas, las justas.

A veces, una plaza de toros se convierte en un lugar imbatible para echarse una siesta con los ojos abiertos.

Rui Fernandes con el cuarto, al que estuvo cerca de cortarle una oreja.

El cartel del lunes

Morante de la Puebla

Segundo paseíllo de Morante en el coso de El Baratillo tras el truncado Domingo de Resurrección a causa del petardo de Cuvillo. Al de la Puebla todavía le quedan cinco cartuchos en el abono, protagonista indiscutible de la temporada maestrante. Curiosamente, el maestro sevillano sólo ha abierto en una ocasión la Puerta del Príncipe, y hace 24 años de ello. Todos esperan que esta Feria de Abril brinde la oportunidad de sacarlo a hombros en medio de una apoteosis morantista. 

Alejandro Talavante

Otro torero que regresa esta temporada a La Maestranza, un coso que no pisa desde 2018. Talavante siempre ha sido una caja de sorpresas, pero últimamente más que nunca. Las luces y las sombras jalonan sus actuaciones desde que decidiera reaparecer el año pasado. Se le sigue con expectación pues el público sabe que puede bordar el toreo más excelso y genial. ¿Será en Sevilla?

Emilio de Justo

Después de la colosal tarde con los Victorinos, en la que a punto estuvo de abrir la Puerta del Príncipe si no llega a marrar con los aceros, De Justo merece a ley un triunfo sonado en Sevilla. Este lunes ha entrado en un cartel de figuras y ante una ganadería "comercial", cuestión intrascendente porque el pacense se adapta a todo tipo de toros y embestidas. En la paz y en la guerra.

Hermanos García Jiménez (Matilla)

La factoría Matilla regresa un año más a Sevilla, esta vez en su faceta como ganaderos. La vacada se creó a partir de ejemplares de Jandilla y Juan Pedro Domecq Solís. En los últimos años, han lidiado varios toros de triunfo en La Maestranza. No fue el caso de la última Feria de Abril, cuando el 'matillazo' dejó un mal sabor de boca.