Hoy miércoles es el día clave. Ya se sabrá quién organizará la próxima feria taurina de la Salud. Tras los desencuentros entre empresa y propiedad de la semana pasada, las aguas pueden tornar a su cauce o bien desbordarse para siempre, aunque esta última opción se hace la más complicada por la premura para organizar una feria taurina a mes y medio vista. Está claro que, según las declaraciones efectuadas por el empresario venezolano Ricardo Ramírez en el programa La divisa, todo es subsanable si existe buena disposición por ambas partes. Ramírez argumentó en el citado espacio que "en Córdoba habíamos hecho unos carteles acordes con la situación económica actual", encontrando el inconveniente de que todas las primeras espadas con las que se habló manifestaron su interés de actuar en la corrida del sábado, "lo que dificultó hacer una feria al gusto de todos". Los festejos mayores que estaban previstos presentarse estaban compuestos por Juan Diego, Paco Ureña y Andrés Luis Dorado para el jueves con toros de Jaralta; astados de La Palmosilla para Antonio Ferrera, Curro Díaz y Jiménez Fortes el viernes; y para el día estrella, Enrique Ponce, Morante de la Puebla y Alejandro Talavante con reses de Zalduendo. Poco puede variar la situación, si bien, en el citado programa y en relación con el affaire sobre la ausencia de Finito, Ramírez dijo que "yo siempre he querido que él esté en la feria", por lo que considera un error propio no haber intervenido en la negociación, que a partir de ahora retoma él mismo. De alcanzar un acuerdo quedaría por ver como se configura el cartel del sábado. Si entrara Juan Serrano, podría ser que saliera alguien del mismo, bien Ponce o bien Morante. Queda la opción de una corrida monstruo.