Julio Aparicio: "Me exigí a la altura de lo que ha hecho mi familia en esta plaza"

ENTREVISTA

Tercera generación de la dinastía taurina madrileña, es el triunfador del XXXVIII Ciclo de Promoción y ha ganado el vestido de torear que regala la Real Maestranza cada año

Julio Aparicio gana el XXXVIII Ciclo de Promoción de Nuevos Valores

Tercera de promoción: Julio Aparicio se miró en el espejo de su tío

Julio Aparicio da la vuelta al ruedo después de cortar una oreja en la final del ciclo de promoción.
Julio Aparicio da la vuelta al ruedo después de cortar una oreja en la final del ciclo de promoción. / Arjona-Pagés

Había aparecido en los carteles con aire de tapado. Casi nadie conocía que un nuevo Julio Aparicio, tercera generación de la dinastía taurina madrileña, estaba preparándose para ser torero. En realidad acudía a la cita maestrante con sólo cinco novilladas toreadas sin saber que sería la sorpresa del certamen. Fuera como fuese, con ese escaso bagaje, ya es el ganador del tradicional ciclo de noveles que ha llenado las noches de los jueves de julio. Ahora empieza un nuevo camino...

Pregunta.La sensación debe ser la del deber cumplido…

Respuesta.De que por lo menos hemos hecho las cosas bien. Los novillos se han dejado; nos han dejado expresar un poquito nuestro toreo. Así que no puedo encontrarme más satisfecho. Con muchas cosas que mejorar, por supuesto, pero muy bien.

P.El nombre de Julio Aparicio está marcado en la historia del toreo: su tío, su abuelo… pero este certamen ha servido para poner en el mapa el Julio Aparicio de 2025.

R.Yo vengo de esa dinastía pero a mí me conocía nadie. Este tipo de certámenes nos dan a conocer y nos apoyan con mucha categoría. Tenemos que agradecerlo mucho, vengamos de donde vengamos y seamos quien seamos. Al final hemos contado con esa oportunidad…

P.Es que ha sido una especie de tapado. Casi nadie sabía que un nuevo Aparicio estaba preparándose, que andaba en la recámara…

R.No es que estuviera en la recámara es que ni siquiera existía. Terminé de estudiar y empecé a torear. Soy lo que soy, no he escondido nada, pero es que llevo muy poquitas novilladas, seis o siete nada más en mi pequeña carrera. No andaba preparándome por detrás… Por eso llevábamos esa presión, de no andar lo suficientemente preparados pero poco a poco están saliendo las cosas. Gracias a Dios…

Sensacional muletazo de Julio Aparicio, marca de la casa, en la final del ciclo.
Sensacional muletazo de Julio Aparicio, marca de la casa, en la final del ciclo. / Arjona-Pagés

P.Hay que hablar de sensaciones. ¿Qué ha supuesto pisar vestido de torero la plaza de la Maestranza esas dos noches?

R.Esa plaza de toros es muy especial. Me exijo a la altura de lo que mi familia ha llegado a hacer en ese ruedo y aunque estuviera pisándola como novillero sin caballos, con mi poco oficio, tenía que andar al nivel de los míos. Unos novillos se dejaron más y otros menos pero por lo menos se ha podido ver que queremos, que estamos aquí para demostrarlo. En realidad no puedo estar más contento. Esa plaza no puede ser más bonita…

P.Es que el ambientazo ha sido impresionante. Ya lo había sido la fase clasificatoria pero es que la final parecía una jornada más de la Feria de Abril.

R.El jueves pasado andábamos ya ahí, casi igual… teníamos claro que en esta final iba a haber un ambiente muy bueno, ¡Ambiente de Feria, ni más ni menos!

“Yo vengo de una dinastía pero a mí no me conocía nadie; era mi sexta novillada”

P.Los aficionados que tienen ya cierto recorrido reconocieron al instante que tienes un espejo muy poderoso en el que mirarte, que le sirve de modelo…

R.Es un torero al que siempre he admirado; al que admiro mucho. Pero no es un torero al que yo quiera copiar. En realidad te hace más daño si lo quieres copiar sin más. Es lo que siento, no sé si es más parecido o menos, si es de una forma u otra. Al final Dios dirá pero también es muy bonito que te comparen con una figura del toreo, más siendo mi tío Julio. Pero no quiero copiarlo porque sé que es imposible.

P.Estaba en la plaza este jueves…

R.Sí, estaba en la plaza. Escondido por allí pero estaba en la plaza.

El nuevo Aparicio evocó a su tio Julio con muletazos como este en el festejo clasificatorio.
El nuevo Aparicio evocó a su tio Julio con muletazos como este en el festejo clasificatorio. / Arjona-Pagés

P.Hay que hablar de la figura de su abuelo, uno de los toreros más importantes de la segunda mitad del siglo XX y hasta un adelantado a su tiempo en su concepto. ¿Ha tenido la oportunidad de hablar con él de toros?

R.Sí, yo vivo con él. Al principio no quería saber nada de la idea de ser torero. De hecho me cogió y me dijo que terminara de estudiar, que ya iríamos viendo… Cuando ya no le ha quedado otra y me ha visto que tiraba para adelante con él o sin él ya se ha volcado y ya medio me habla de toros pero al principio no quería que yo tirara por ahí.

P.¿Ha podido hablar con él después del triunfo?

R.Esa misma noche le llamé al llegar al hotel. Estaba muy ilusionado, pendiente de todo lo que pasaba desde Madrid. Muy agradecido con Sevilla.

“No quiero copiar a mi tío Julio pero es muy bonito que me comparen con él”

P.Es curioso, su abuelo es el decano de los matadores de toros y ahora tiene un nieto que es uno de los toreros más nuevos. Se cierra un círculo familiar y taurino.

R.Son tres generaciones que han estado ahí. No puede ser más bonito…

P.A partir de ahora va a tocar estar muy preparado. Le van a llamar de muchos sitios…

R.Veníamos con esa presión, la de no estar suficientemente preparado, desconocer la respuesta de los novillos, la repetición en la Maestranza… Pero había que comenzar, había que empezar a andar. Lo que pase a partir de ahora será igual. Después de Sevilla la gente ya sabe lo que ha visto y a lo mejor quiere seguir viéndolo. Tenemos que seguir avanzando con esa presión. Son muy pocas novilladas. La de Sevilla era la sexta o la séptima; era la primera vez que mataba dos novillos. Tenemos que seguir esa línea y por supuesto mejorar lo que haya que mejorar.

P.La clave fue que ese toreo -lo podríamos llamar expresionista- caló en el público. Se captó el mensaje.

R.Quizá sea un torero que expresa demasiado. He estado en la línea de hacer y llevar más a los novillos apartando un poco ese sentido de la expresión. Eso me ha costado pero poco a poco estoy aprendiendo a templar las dos cosas, a saber olvidarme de todo que al final es lo más importante.

El manejo de la espada ha sido fundamental en las dos novilladas toreadas por Julio Aparicio.
El manejo de la espada ha sido fundamental en las dos novilladas toreadas por Julio Aparicio. / Arjona-Pagés

P.La espada ha sido esencial…

R.El jueves pasado fue contundente y el primero de este jueves también pero me voy con la rabia de no haberle podido pegar un espadazo al segundo. Pero es que es normal: llevo siete novillos matados…

P.Esta victoria suele llevar aparejado el compromiso más o menos formal de la empresa para volver como novillero con picadores.

R.Hay que ir día por día. Me haría mucha ilusión volver a Sevilla como fuera a dar lo máximo. Pero lo primero que tengo es la próxima novillada del 10 de agosto. Luego vendrá todo lo demás.

P.Hay que ir pensando en los colores y los bordados del vestido que regala la Real Maestranza

R.Iba tan mentalizado para que salieran las cosas, de alcanzar la victoria que me daba igual el premio. Ahora estoy muy contento de haberlo ganado. Los colores los elige mi madre. Ahí ni pincho ni corto…

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