Toros

El misterio de los pitones rotos por la cepa en la Plaza Real se queda sin resolver

  • Ni Gobernación, presidencia, empresa o ganadero han tomado muestras o guardado las astas quebradas para su análisis

Ni desde Gobernación, la presidencia del festejo, empresa o ganaderías se ha tomado medida alguna para conservar o tomar muestras de los pitones rotos ayer en la Plaza Real por lo que el asunto quedará en un misterio sin resolver o un resultado de la azarosa casualidad.

Jesús Neva, presidente del festejo, dijo ayer a este medio que no había tomado ninguna medida. Que la única persona que al término de la corrida se interesó por lo ocurrido cerca del equipo gubernativo fue la periodista Belén Plaza de Tve a quien los veterinarios dijeron que no procedía.

La empresa tampoco ha tomado medidas alguna con los restos de las reses y supimos ayer que se había seguido con el procedimiento habitual de todos los festejos, procediéndose al despiece de las reses para venta de carnes y otros aprovechamientos.

Lo insólito del suceso ha extrañado a todos. El primer toro en romperse el asta por la cepa fue el número 28, segundo de la suelta. Este toro fue dado como no útil por uno de los tres veterinarios de servicio por no tener el trapío correspondiente a su encaste, categoría y tradición de la plaza.

El toro fue sustituido por el primer sobrero número 70, que también fue informado negativamente por uno de los tres veterinarios por el mismo motivo de la falta de trapío. Curiosamente este toro consta en el acta, en la que falta la firma de uno de los tres veterinarios, como no aprobado por no útil. Pensamos que todo ello es un mero error del que no se han percatado ninguno de los seis firmantes de la mencionada acta: no somos los que escribimos en los periódicos los únicos que cometemos fallos.

El quinto, que igualmente se rompió un pitón, era el número 142. Este toro fue dado por no útil -por dos de los tres veterinarios- por escaso desarrollo de los pitones. Pese a ello fue aprobado.

Y es que para lidiar la corrida de Zalduendo cuya presentación pusimos en cuestión en nuestra crónica del festejo, se trajeron y reconocieron doce toros de los cuáles solamente tres obtuvieron el visto bueno de los tres veterinarios, entre ellos el que fue segundo sobrero. Otros tres fueron estimados como inútiles por los tres veterinarios y por fin rechazados. Se aprobaron tres toros con el informe negativo de dos veterinarios y uno con el de uno de los facultativos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios