Morante desata la locura en Madrid y paraliza la calle Alcalá con su Puerta Grande: así fue su salida de Las Ventas
El torero fue sacado en volandas entre vítores y aplausos, envuelto por una ola humana que colapsó la calle de Alcalá
Morante cumple un viejo sueño
Pentecostés taurino en la plaza de Las Ventas
Morante de la Puebla ha alcanzado este domingo un hito inolvidable en su carrera taurina al salir por primera vez por la Puerta Grande de la plaza de toros de Las Ventas, tras cortar dos orejas a un ejemplar de Juan Pedro Domecq durante la tradicional Corrida de la Beneficencia.
El ambiente en la plaza fue de auténtica euforia colectiva. Miles de aficionados celebraron el triunfo del maestro sevillano con una pasión desbordante, siguiéndolo hasta el exterior del coso en una muestra de fervor. La escena culminó con el torero recorriendo a hombros el trayecto desde Las Ventas hasta el Hotel Wellington, donde se hospedaba, en una imagen que ya forma parte de la historia reciente del toreo.
Durante la vuelta al ruedo, una multitud de jóvenes y niños irrumpió para acompañar al torero, creando una imagen para el recuerdo. El ambiente se tornó aún más intenso cuando la Policía tuvo que intervenir con caballos para intentar controlar la marea humana que se agolpaba en la Puerta Grande. Sin embargo, la multitud era incontenible: Morante fue sacado en volandas entre vítores y aplausos, envuelto por una ola humana que colapsó la calle de Alcalá.
La celebración no se detuvo en los alrededores de la plaza. Cientos de seguidores continuaron acompañándolo por las calles de Madrid, provocando cortes de tráfico en plenas vías del centro, que fue testigo de una auténtica marcha triunfal hacia el hotel del torero. Lo vivido en esta jornada representa un fenómeno sin precedentes, una auténtica locura popular que traspasó los límites del ruedo y transformó el corazón de Madrid en un homenaje vivo al torero de La Puebla del Río.
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