Toros

El novillero Jesús Álvarez, huelga de hambre en La Maestranza

  • El torero sevillano, delante de la Puerta del Príncipe, reivindica con una gran pancarta una oportunidad en la plaza de toros sevillana

Jesús Álvarez, delante de la Puerta del Príncipe, tras comenzar su huelga de hambre.

Jesús Álvarez, delante de la Puerta del Príncipe, tras comenzar su huelga de hambre. / Antonio Pizarro

Delante de la Puerta del Príncipe, un joven acapara la atención de los transeúntes. En camiseta y deportivas, un petate, un saco de dormir y... más allá un capote. “Es el novillero Jesús Álvarez”. Junto a él, una pancarta: “Tres años sin una oportunidad en mi tierra; si no es aquí ¿dónde será? Y un par de ‘hashtags’: #luchaporunsueño y #alvarezensevilla-.

Jesús Álvarez afirma que mantendrá una huelga de hambre hasta que la empresa Pagés le contrate para torear en La Maestranza. “Toreé en 2016 en Sevilla. Tuve una actuación digna, con una novillada sin fondo. No triunfé, pero no es para quedarme tres años sin venir a Sevilla. A compañeros míos les han venido dando oportunidades”.

El novillero explica que antes de tomar esta decisión, “pedí una oportunidad a la empresa. Vine humildemente. Me dijeron que antes torease en Madrid o en los pueblos. En Madrid me dicen que toree antes en mi tierra. Y en los pueblos te dicen que tienes que estar entre los que más has toreado y tampoco te suelen pagar ni los gastos. Estoy desesperado. Todos los años me dicen que me tendrán en cuenta, pero no me veo anunciado. Este año en los carteles han dejado uno, en septiembre, que pone “A designar”. Espero que cuenten conmigo”.

El torero prosigue: “Yo no busco la confrontación y soy una persona reconocida en el mundo del toro. Me he tirado unos años entrenando en Salamanca, con Julián Guerra, Abellán, López Simón. Y aquí tengo el reconocimiento de compañeros como Esaú Fernández o mi maestro en la Escuela de Camas, El Almendro”.

El joven, nacido hace 25 años en Santiponce, nos apunta sobre su carrera: “Entré a los cinco años en la Escuela de Camas y allí aprendí el oficio con El Almendro hasta los 21. Sumé 55 novilladas sin picadores, ganando varios galardones, como el Bolsín de Ciudad Rodrigo o el de Escuelas Andaluzas. En Sevilla di una vuelta al ruedo. Luego, debuté con caballos en La Malagueta y seis meses después toreé en Sevilla, donde me ovacionaron”.

Álvarez asevera: “Estaré aquí hasta que físicamente no aguante. Es una huelga de hambre hasta que hablen conmigo, aquí, o dentro, en las oficinas, y que se comprometan. Esto es muy duro física y mentalmente, tanto para mí como para mi familia. Alguno ha pasado que me ha llamado asesino y estoy temiendo la noche. Me tumbaré aquí, sobre los adoquines, delante de la Puerta del Príncipe”.

Y encima de esos adoquines, delante de la plaza de La Maestranza, afirma que continuará esperando que se cumpla su sueño: “Creo en mis posibilidades como torero y merezco una oportunidad más”.

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