Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
David Miranda ha abierto la Puerta del Príncipe en la decimoquinta de abono de la Maestranza de Sevilla de este Sábado de Feria. El diestro cortó una oreja al tercer toro de la tarde y dos al sexto.
Cayetano, en la que era una tarde especial en su despedida del coso sevillano, y Roca Rey se fueron de vacío ante los toros de El Parralejo, de la familia sevillana Moya Yoldi. Se colgó de nuevo el cartel de no hay billetes.
Miranda acaba parando al vareado sexto por chicuelinas. Carbonell agarra un buen puyazo, seguido de un quite por verónicas del onubense. El toro de El Parralejo se da un fuerte volantín y Fernando Sánchez es muy aplaudido en banderillas.
Miranda abre su faena con aclamados estatuarios, con el toro rompiendo con gran importancia. La primera tanda, plena de cadencia y temple, es excelente. En la segunda recurre al alarde de una arrucina, levantando al público de sus asientos. El toro es de auténtica revolución, haciendo honor a la alcurnia de su hierro. Miranda trufa los alardes con muletazos excelentes aunque la impresión es que el toro podía haberle dado más. Entra la espada. Dos orejas y Puerta del Príncipe
Después de que Antonio Chacón abroche dos grandes pares de banderillas que le obligan a saludar, Roca va a brindar su labor al público en el centro del platillo. Repite el toro, con el defecto de reponer demasiado. La labor del limeño, muy apoyada en la voz, acaba por imponerse a un animal que va siempre a su aire. Al final es una labor larguísima y sorda pero carente de relieve en la que el peruano llegó a escuchar el primer aviso cuando intentaba su más genuino arrimón. Con el tiempo en contra pinchó a la primera y agarró una estocada baja. Hay más silencio que palmas.
El último toro que va a matar Cayetano en la plaza de la Maestranza se llama 'Tamboril'. Tejera toca Juncal para saludar la despedida y Cayetano, el nieto del gran Antonio Ordóñez, vuelve a encontrarse con un astado de contadísimas fuerzas al que hay que administrar con mimo. Cayetano se pone con sinceridad pero las opciones son pocas... La estocada es tendida, un punto trasera y refrendada con un descabello. El hijo de Paquirri, nieto de Antonio Ordóñez y biznieto del Niño de la Palma recibe desde los medios, besando un puñado de albero, una ovación en su despedida de la plaza de la Maestranza.
Más ceñido que lucido David de Miranda recibiendo al tercero de la tarde, un ejemplar de El Parralejo llamado 'Inspirado' que va a ser muy mal picado.
Brinda Miranda al público e inicia su labor con el 'litrazo', tan de Huelva. Tiene buena condición el animal pero no está sobrado de fuerzas. Le cuesta mucho seguir la muleta. El torero, firme, persevera sobre el lado izquierdo pero acaba levantando el tono por el otro lado en una serie de redondos rematada de arrucina y pase de pecho. Sigue sobre ese pitón, muy firme y con el público muy metido en su labor, cuajando los muletazos más hondos en su final. Termina de calentar el cotarro con ceñidas bernardinas y agarra una fulminante estocada que pone en sus manos una merecida oreja por más que el público pidiera la segunda sin demasiado fundamento.
El segundo se llama Capirotero. Roca lo lancea muy molestado por el viento. El toro, eso sí, humilla en los capotes. David de Miranda se ajusta en su turno de quites y responde Roca por el mismo palo, echándose el capote a la espalda en ceñidas gaoneras, deslucidas en su remate al pisar el capote el animal.
Viruta saluda tras el tercio de banderillas y Roca no termina de encontrar el hilo con un toro que no termina de culminar los viajes. El peruano no se da coba y lo echa abajo de una estocada. Si labor es silenciada.
Cayetano, que lleva un crespón de luto por el reciente fallecimiento de su tío abuelo, el gran Alfonso Ordóñez, recibe al primero de tarde -se llama Zalamero- con estimables lances a la verónica rematados con una buena media. No está sobrado de fuerza el animal aunque se mueve con nobleza en la lidia.
Brinda Cayetano al público en el centro del anillo e inicia la faena por bajo. El animal se derrumba a la primera de cambio. El torero mantiene la compostura pero el astado sigue claudicando. Así es imposible... Al segundo hijo de Paquirri no le queda otra opción que marcharse a por la espada para agarrar una estocada trasera y tendida. Silencio para el matador.
La plaza ha vuelto a llenarse en una espléndida tarde de primavera. Los matadores cruzan el ruedo con la moderna y habitual demora para cumplimentar al palco mientras los rezagados alcanzan sus localidades. El vestido de Cayetano, basado en un terno del Niño de la Palma presenta las delanteras bordadas al estilo de los años 20 del pasado siglo. La seda es de color malva y los bordados de plata; verde manzana y oro es el vestido de Roca Rey. Blanco y oro el de David de Miranda.
Las alarmas han vuelto a encenderse. Curro Romero ha vuelto a ser ingresado en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla después de experimentar una preocupante crisis respiratoria. Lo peor, dicen sus íntimos, ya ha pasado. Pero el Faraón de Camas atravesó este viernes momentos muy delicados aunque, según precisan las mismas fuentes, ha ido mejorando a lo largo de este sábado. Seguir leyendo.
La corrida de esta tarde tiene una connotación especial para Cayetano Rivera Ordóñez. Será su último paseíllo en Sevilla en un año, el de 2025, en el que se cumple el centenario de la alternativa de su bisabuelo, el Niño de la Palma, en este mismo ruedo. Es también el segundo paseíllo de Roca Rey, que paseó dos orejas en su primera comparecencia, y el primero para el diestro choquero David de Miranda. La ganadería de El Parralejo, una de las más destacadas de 2024, añade un plus de expectación a esta cita del Sábado de Farolillos, penúltima del ciclo primaveral.
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