La leyenda cuenta que el rey Fernando III pernoctó en el actual Palacio Buenavista, recién transformado en apartamentos turísticos, en pleno barrio de la Judería. En sus orígenes fue una posada y tras la conquista del rey fue conocida como La casa de una noche.
Gracias al trato recibido había sido tan bueno, les otorgó algo impensable para cualquiera que no fuera de la nobleza, tener agua potable en su establecimiento y gratis. El Ayuntamiento de la ciudad extendió dicha gracia real a todos los habitantes del edificio hasta que en él se sitúo el restaurante El Toboso. Por ello se mantiene en la fachada del edificio un azulejo del patrón de la ciudad.
El azulejo ha sufrido hasta balazos en distintos periodos de la historia. Aún así ha logrado sobrevivir en el tiempo a pesar de no hacerlo en unas condiciones excelentes. Tras la rehabilitación hecha por los propietarios vuelve a estar flamante y ha recobrado la salud a esta pequeña pero valiosa reliquia de la historia de la ciudad.
Los apartamentos turísticos están en auge y son muchos son los edificios que son rehabilitados para este fin. En una ciudad tan turística como es Sevilla disponer de un espacio donde alojar a foráneos es un negocio asegurado.
El Palacio Buenavista abre de nuevo sus puertas como un edificio de apartamentos turísticos. El inmueble no ha perdido la esencia a pesar de haberse remodelado por completo. Los propietarios han querido salvaguardar la estructura principal del edificio y la fachada. El lugar se encuentra en un lugar envidiable junto a los Jardines de Murillo y en pleno Barrio de Santa Cruz.
Al entrar en el palacio, lo primero que se ve es el luminoso patio andaluz, todo rodeado por vigas de forja trianera. Aquí es donde se aprecia el contraste entre los elementos originales y los nuevos.
Tipos de apartamentos
El edificio se divide en doce apartamentos que se adaptan a las necesidades y al presupuesto de cada cliente. Los hay que sólo disponen de una sola habitacióny otros de dos habitaciones; aunque los más destacados son los dúplex y el tríplex. El inmueble cuenta con un apartamento adaptado a las necesidades y comodidades de personas con movilidad reducida.
Todos los alojamientos están completamente equipados con cocina, baño, lavadora, lavavajillas, plancha con su correspondiente tabla y utensilios para limpiar el suelo. Además, los dueños han querido obsequiar a los huéspedes con un kit de bienvenida gratuito que consta de una botella de agua, un litro de leche, zumo, de pan, monodosis de café, entre otros. Se incluye también un caja en cada apartamento que incluye detergente, pastillas para el lavavajillas, dosis para la lavadora, estropajo y bayeta.
El inmueble entero ha sido decorado por Natalia Trenas
La decoradora de los alojamientos ha sido Natalia Trenas que, a pesar de no dedicarse a ello profesionalmente, ha sabido sacarle el máximo partido a cada estancia. Ha apostado por un estilo moderno y sencillo aunque con muchos detalles que hacen único cada apartamento. El palacio posee unas vistas envidiables y es muy luminoso, haciendo del lugar un espacio mucho más atractivo.
Ignacio Soneira, el inversor principal, ha apostado fuerte con este proyecto y ha hecho una inversión de entre 4 y 5 millones de euros. Es una cifra elevada pero, al tratarse de un edificio con tanta antigüedad y en el estado en el que se encontraba, si se querían alojamientos de calidad la inversión no podía ser menor, según declara Soneira.
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