Arturo García se embarca en un corto sobre la violencia sexista

El sanroqueño Arturo García Zamudio compagina su pasión por el cine con los estudios en la Universidad de Sevilla. Su espíritu inquieto le ha llevado a embarcarse junto a un grupo de amigos en la grabación de un nuevo trabajo cinematográfico. Este joven es el impulsor de Cortometrajes Solidarios y en esa línea se sitúa firmemente. La temática de su nuevo filme gira en torno a la violencia de género.

El objetivo de este proyecto es empezar a crear material audiovisual que eduque a los menores en valores igualitarios, tolerantes y para empezar a probar con el equipo de cara a tener práctica cuando rueden un futuro documental que englobe su idea.

El rodaje fue en el puente de diciembre. García explica que la intención era tratar esta problemática "desde una perspectiva que no se había tratado aún, jugando con ideas de Rec o del conocido juego de mesa Cluedo". El título no lo quiere desvelar hasta que no estrene el tráiler.

De la dirección y el guión se ha encargado el propio Arturo García. Claudia Pecellín y él mismo son los protagonistas, con la intervención especial de Chechu Carrillo, Antonio Ragel, Rubén Renqué y Ana Ruiz. Como primera cámara Andrea Renqué y de segundo cámara y auxiliar García también. De script y pértiga Claudia Ruiz. De ayudantes de producción Andrea Renqué y Elena Mateos. Además, cuenta con las colaboraciones destacadas de Laura Ottati, Lourdes Moral, Irene Lorite, Elena Álvarez y Claudia Ruiz.

El joven sanroqueño avanza que ya están buscando colaboradores que patrocinen la difusión del trabajo en favor de la justicia social y la igualdad. "Nuestro pensamiento es, además de proyectarlo en salas y aulas, presentarlo a concursos por si conseguimos algún reconocimiento que avale el trabajo y nos ayude a conseguir más apoyos para el rodaje del documental y la difusión de la investigación", adelanta.

García, que estudia Pedagogía en Sevilla, reconoció que con este rodaje pretendían conocerse, al ser un grupo de jóvenes estudiantes de diferentes áreas. "Éramos todos novatos probando y la verdad que la satisfacción general tras el rodaje ha sido muy buena", argumenta. Destaca que están orgullosos de haberse atrevido a probar campos que desconocían por completo. En el caso del sanroqueño nunca había actuado: "Me resultó una experiencia increíble". Como curiosidad no se libró de "cazar un gripazo" después de rodar una noche hasta las cinco de la mañana en una azotea vestido de policía.

"Eso supone para mí algo muy reseñable, si he podido ayudar o favorecer que todos, incluido yo, consigamos aprender, sacar algo de nosotros que guardábamos bajo llave, puedo decir que el objetivo se ha conseguido: superar barreras a través de la educación. Así que lo que planteo en la investigación educativa sobre que todos somos capaces de aprender, en mayor o menor medida, cualquier campo que se nos dé la oportunidad, es posible, está confirmado empezando por nosotros mismos. Ojalá algún día la idea llegue a toda la población y el único límite sea el cielo", anhela el joven.