Con la presencia de la infanta Pilar de Borbón y de la duquesa de Alba, y la bendición de el vicario general y deán de la Catedral, Francisco Ortiz, se inauguró ayer en el Hotel Meliá Lebreros la XXV edición del Rastrillo que organiza Nuevo Futuro, asociación dedicada a la creación y mantenimiento de hogares de acogida para niños privados de ambiente familiar.

Se cumplen las Bodas de Plata de este evento solidario en Sevilla que comenzó en el Casino de la Exposición, donde se celebró durante varios años, se trasladó después al Hotel Al Andalus, y de ahí al Meliá Lebreros, en el que se han celebrado con ésta 13 ediciones.

Como balance de estos veinticinco años del Rastrillo de Nuevo Futuro, su presidenta, María Pepa de la Serna, ha destacado los ocho hogares creados por la asociación benéfica para menores, uno para mayores de edad dependientes de sus padres, y otro para madres reclusas en tercer grado penitenciario con hijos menores de tres años.

El Rastrillo en cifras supone 4 días, 361 voluntarios, 73 puestos con miles de objetos de todo tipo a la venta; una tómbola con más de 6.500 regalos y 40 premios especiales -viajes de fin de semana, bicicletas, cursos de Pilates o joyas-; 110 obras para ser rifadas en El Rincón de los Pintores, y un convenio firmado ayer con la Obra Social de Cajasol por el que la entidad aporta 10.000 euros para los proyectos solidarios de Nuevo Futuro.