Vivir en Sevilla

Cócteles desenfadados para preparar en casa

  • La coctelería puede ser una gran aliada en las reuniones navideñas con propuestas que aporten un punto divertido a las fiestas

La palabra procede del inglés cock's tail, que significa "cola de gallo", y parece ser que hubo hace algún tiempo, un establecimiento en el puerto de San Francisco de Campeche (México), donde vendían unas bebidas, mezclando dos o tres tipos de aguardientes con jugos de frutas, las cuales por su colorido se llamaban cola de gallo, que rápidamente comenzaron a tener aceptación entre los visitantes. Los extranjeros de habla inglesa, traduciendo, los llamaban cock tail o cola de gallo, y de esta manera se empezó a internacionalizar la palabra desde Estados Unidos, que es donde se originó la costumbre de beber este tipo de bebidas. Los cócteles se difundieron a partir de fines del siglo XVIII en Inglaterra y en Estados Unidos, pero su gran popularización se produjo en los años 20 en Estados Unidos, pues al agregar fruta y una bebida no alcohólica a una bebida con alcohol, en alguna medida se podía disimular el gusto al alcohol de contrabando de mala calidad.

Si los preparamos para servir de aperitivo, aconsejamos cócteles cortos, poco alcohólicos, a base de vino espumoso o licores de baja graduación siempre en pequeñas cantidades, ya que tendremos el estómago vacío y sólo estaremos picando canapés u otros pequeños bocados. Además, comiendo o cenando seguramente tomaremos vino, así que mejor limitar las cantidades de alcohol. Aquí les propongo tres, a consumir con moderación:

Bellini: Giuseppe Cipriani, fundador del Harry's Bar en Venecia, inventó este cóctel entre 1934 y 1948. La bebida comenzó sirviéndose como una especialidad de temporada en el Harry's Bar, guarida especial de Ernest Hemingway, Sinclair Lewis y Orson Welles. Más tarde, también se volvió popular en el bar homólogo en Nueva York. Necesitamos 1 parte de zumo de melocotón, 2 partes de vino prosecco, cava o champagne. En una copa de espumoso servimos primero el zumo y luego lentamente el vino espumoso elegido. Se remueve con una cuchara y se sirve. Si queremos darle un color más rosado podemos añadir unas gotas de zumo de arándanos o cerezas y si queremos un toque más ácido, unas gotitas de limón.

Manhattan: Esta bebida es indiscutiblemente originaria de la isla de Manhattan, aunque lo que no está tan claro es cómo se originó. Se conocen varias leyendas acerca de su historia. Una de las más populares cuenta que el cocktail Manhattan fue inventado por Jenny Jerome, la mujer de Churchill, en una celebración para el gobernador Samuel Jones Tilden, en un restaurante justo en frente del Empire State Building. También cuentan que esta bebida surgió en un viaje en barco hacia Manhattan de dos amigos de Nueva Orleans, que tras quedarse sin más bebida que vermouth y whisky decidieron mezclarlos. Para prepararlo necesitamos cubitos de hielo, 45 ml de whisky, 20 ml de vermouth seco, una gota de angostura (opcional), una aceituna verde y corteza de limón. Mezclaremos en la coctelera el hielo, el whisky, el vermouth y la angostura. Después se cuela y se sirve en la copa apropiada y se decora con una aceituna y una espiral de corteza de naranja.

Dry Martini: No se sabe muy bien cuál es el origen de la receta. Se dice que deriva de la marca de Vermouth Martini & Rossi que exportaba sus productos a EE.UU mucho antes de que el cocktail existiera. Se cree que la fecha de su creación sobre 1910 en un club de Nueva York, aunque también se cuenta que fue creado por Franklin Delano Roosevelt para oficiar su mandato en la Casa Blanca. James Bond popularizó el cocktail al pedirlo en sus películas. Es ideal para tomar antes de las comidas. Para prepararlo necesitaremos hielo, 75ml de ginebra, 15 ml de vermouth seco, una aceituna y corteza de limón. Ponemos en el vaso los cubitos de hielo, vertemos la ginebra y el vermouth, removemos lentamente y decorar con una aceituna y corteza de limón.

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