Así es el Convento de Santa Isabel de Sevilla

Sevilla es una ciudad que está llena de iglesias, parroquias y conventos, las podemos encontrar de todos los tamaños. Sin lugar a dudas, el recinto religioso más grande de la ciudad es la Catedral, que se encuentra en en casco antiguo de la ciudad, la cual cuenta con otro monumento emblemático de la ciudad, la Giralda.

Uno de los conventos que podemos encontrar en la ciudad es el Convento de Santa Isabel, situado en el número 2 de la calle Hiniesta, detrás de la Parroquia de San Marcos y dando una de sus fachadas a la plaza de Santa Isabel. Dicho convento fue fundado en 1490 por la Orden de Malta, en honor a Santa Isabel, quien fuese madre de San Juan Bautista.

Desde el año 1869, está regentado por la congregación de Religiosas Filipenses Hijas de María Dolorosa, dicha orden fue fundada en el siglo XIX por la Madre Dolores Márquez Romero y Oñoro junto al Padre filipense Francisco García Tejero. Hoy en día, este convento a parte de ser Centro Docente, es parte de la comunidad que se dedica a ayudar a mujeres marginadas y a labores de bordados de ornamentos sagrados.

El convento de Santa Isabel cuenta con un patrimonio artístico muy valioso y único. En el exterior de la iglesia podemos observar que la portada principal que da a la plaza de Santa Isabel es de estilo renacentista y está adornada con un relieve en piedra que representa la Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel.

En cuanto al interior del convento, fue obra de Alonso Vandelvira en el año 1602 y es una nave en forma rectangular, la cual tiene tres tramos cubiertos por bóvedas de cañón con una gran profundidad y altura.

El retablo mayor del convento es una obra barroca realizada por Juan de Mesa en el año 1624, el cual está presidido por una imagen de la Dolorosa, ya que es devoción de los filipenses. A cada lado se puede observar las figuras de San Joaquín y Santa Isabel, obras realizadas en el siglo XVIII. Sobre ambas figuras podemos observar pinturas de la Inmaculada, el bautizo de Jesús y la matanza de los Inocentes.

Arriba del retablo mayor se puede observar la Cruz de San Juan, el Calvario del siglo XVI y los cuadros del nacimiento de San Juan y San Juan Niño, obras del pintor barroco Juan del Castillo.

En cuanto a los retablos de la iglesia podemos observar en el presbiterio uno de San Felipe Neri junto a un cuadro de San Ignacio de Loyola en la cueva de Manresa de Domingo Martínez, realizado en el siglo XVIII.

En el muro izquierdo del convento se pueden observar los retablos de San José, realizado en el siglo XVII y el de la Adoración de los Reyes, hecho en el mismo siglo. En el muro derecho se encuentra el retablo del Nazareno, realizado en el siglo XVIII, también se puede observar el retablo del Cristo de la Misericordia, un crucificado obra de Juan de Mesa en el siglo XVII. Por último podemos observar el retablo de San Juan Bautista, imagen que en el pasado se encontraba en el altar mayor.