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Netflix y los cambios que llegan a la televisión actual

  • La plataforma estadounidense de pago aterriza en España, disponible en tabletas, televisiones inteligentes y 'smartphones', y sus contenidos se pueden visionar en alta definición, en Ultra HD

Probablemente muchos no conozcan aún lo que es Netflix, pero de aquí a unos años estará presente en muchos hogares de España. Hoy en casi todos los domicilios hay un ordenador o una tableta y raro es encontrarse una casa con una televisión que no sea plana o sin mando a distancia. De igual manera, la televisión en streaming ha llegado para quedarse.

¿QUÉ ES NETFLIX? Netflix surge en 1997 en California, en Estados Unidos, de la mano de Reed Hastings y Marc Randolph como un videoclub con una plataforma on line y de reparto por correo postal, que le proporciona al abonado una cantidad ilimitada de rentas de las películas y series de su catálogo. Sin embargo, la revolución Netflix ha llegado con el servicio de visualización vía streaming (ver directamente en la pantalla sin descarga previa). Pese a que hoy en día el servicio de envío a domicilio se mantiene e incluso se adapta y actualiza, por ejemplo, ahora también ofrece películas en blue-ray. Esta nueva plataforma permite a sus usuarios disfrutar de series de televisión y películas en su televisor, reproductores multimedia, televisiones inteligentes, sistema home theater, consolas y dispositivos móviles. A mitad de 2013, la plataforma estadounidense contaba con más de 32 millones de suscriptores en todo el mundo, mientras que en el primer trimestre de 2015 tenía más de 60 millones de suscriptores y una velocidad de crecimiento muy significativa. En la actualidad, la compañía factura miles de millones de dólares y posee los contenidos más completos de la televisión.

¿CUÁNTO CUESTA? Evidentemente, si no ponen publicidad y poseen las novedades más actuales en su cartera, algo tendrá que pagar el usuario por ello. En este caso, la compañía adopta una política de precios económicos para la distribución de sus contenidos, una tarifa plana al mes, con la que se puede tener en casa un videoclub. Eso sí, es necesario disponer de velocidad en internet para que las descargas sean breves y los servicios de streaming permitan tener cierta calidad en la imagen.

¿SE ACABÓ LA PIRATERÍA DE PELÍCULAS? Evidentemente no. En España está arraigada la cultura de la descarga y, si bien es cierto que se paga una media de casi 50 euros por la banda ancha y el precio del servicio de esta compañía ahora mismo no supera los 10 euros, esto no va a eliminar la piratería, aunque fuentes de Netflix creen que con su producto se reducirá de manera considerable.

¿MERECE LA PENA? Pues depende de cada persona, si usted es un consumidor asiduo de cine o de series de actualidad, por el precio de una entrada de cine y un refresco, ahora puede disponer en su casa de contenido de calidad y en cualquier momento del día. Si, por ejemplo, lo que le gusta al usuario son los programas de la prensa rosa, desde luego ésta no es la opción. También hay que valorar el ancho de banda que hay en cada casa, ya que no es aconsejable utilizar esta plataforma con menos de 15 megas de velocidad.

¿QUÉ DIFERENCIA HAY CON LA TELEVISIÓN DE PAGO? La diferencia es el aquí y ahora que proporciona una conexión a internet. Uno decide cuándo y dónde lo ve. La televisión de pago actual, aunque si bien es cierto que algunas tienen servicios de vista on line, basa sus contenidos en una visión en directo. Por ejemplo, una de las series con más seguidores comienza a las 22:00 y a esa hora una persona está en el sofá de su casa. Con la televisión en streaming se cambia ese concepto radicalmente. Éste puede ser el siguiente paso en la televisión de los hogares. Se acabó leer la tradicional guía de televisión para ver qué ponen, esperar en frente de la pantalla a que empiece el programa que más gusta o tener que ver una hora de anuncios en una película que dura dos horas.

¿Pagaría usted 10 euros por no tener anuncios? Habrá quien sí y habrá quien no. Dependerá de la televisión que consuma. Lo que sí parece claro es que en el futuro ver la televisión a través de internet será tan normal como hoy en día es una televisión plana o, incluso, un mando a distancia.

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