Nuevas fórmulas para el 'sí quiero'

El enlace matrimonial y todo lo que ello comporta sigue anclado en las más profundas tradiciones. En efecto, la celebración cristiana continúa preponderando sobre la civil, el vestido de la novia sigue indefectiblemente ligado a los tonos blancos y el novio sufre frente al altar la sempiterna espera de su amor; mientras, el arroz seguirá sobrevolando los cielos a la salida de las iglesias. Hasta aquí son pocos los que se deciden por apuestas más arriesgadas, innovadoras, como ocurre en los países anglosajones.

Sin embargo, el resto de detalles que envuelven al enlace sí que se prestan a los nuevos cambios sociales. Novios que optan por llegar en limusinas, en coches de caballo; celebraciones en marcos incomparables como castillos medievales, cortijos antiguos, bodegas, ganaderías e incluso un circuito de velocidad. Propuestas que, en los últimos años, han ganado infinidad de clientes. Se trata, en definitiva, de aportar singularidad y personalizar la boda dejando una huella imborrable en los invitados y en los propios protagonistas del enlace.

En el circuito Monteblanco, en La Palma del Condado, han comenzado a ofrecer estos servicios nupciales, llevando la personalización a todos los extremos y distinguiéndose por ofrecer unas instalaciones sin competencias, al aprovechar el complejo deportivo y sus servicios anexos para el disfrute y la mejor experiencia de los novios. En este sentido, Monteblanco cuenta con una terraza de 1.800 metros cuadrados donde servir los entrantes y la barra libre, disfrutando del frescor de la noche, las vistas y la música. A ello se añade un salón comedor con capacidad para 300 invitados, decorado con imágenes que forman parte de la historia del automovilismo.

Gonzalo Gobert, director comercial de Monteblanco, recuerda que ha aumentado el número de parejas que desean romper con las reglas establecidas y optan por unas instalaciones menos encorsetadas en los formalismos. En definitiva, un escenario único y diferente en el que celebrar la unión marital en comunión con los seres queridos.

"A la dictadura del tiempo sólo resisten sin envejecer los recuerdos, que vendrán evocados por los escenarios, las sensaciones y la magia de ese momento. Nosotros ofrecemos todos estos ingredientes para hacer la experiencia inolvidable, además de poner sobre el mantel las recreaciones de un chef que ha trabajado en los mejores hoteles de la provincia y un servicio de catering habituado a trabajar con las principales firmas automovilísticas", apostilla Gobert.

El gerente del circuito, Francisco Vázquez, detalla que actualmente ningún centro hostelero de los alrededores dispone de elementos tan elitistas como un aparcamiento privado con capacidad para miles de invitados; salas independientes habilitadas para guarderías con menús adaptados al gusto de los pequeños, así como juegos con los que garantizar su diversión y la tranquilidad de los padres. Además, los novios pueden llegar a bordo de un vehículo de alta gama descapotable, recorriendo la pista y disfrutando del paisaje. "El valor más importante de Monteblanco es la atención que prestamos a nuestros clientes, de ahí que cualquier evento que acojamos en nuestras instalaciones ha de estar acorde a esta filosofía de excelencia", sentencia Vázquez.

La singularidad de festejar las nupcias en un entorno como el Circuito Monteblanco implica no sólo disfrutar de unas instalaciones únicas, sino poder disponer de imágenes de ensueño para los recién casados. En eset sentido, el fotógrafo Miguel Ventura apunta que el reportaje de bodas se ve claramente enriquecido por espacios singulares que sobresalen de la rutina.