Las Sagradas Cárceles de Santa Justa y Rufina, la 'secreta' cripta subterránea de Sevilla
Las hermanas fueron encarceladas para que renegaran de su fe
Todo no es la playa: cinco destinos rurales en Andalucía para pasar el verano
Justa y Rufina fueron dos personajes muy importantes para la ciudad de Sevilla. Eran dos hermanas, nacidas, respectivamente, en el 268 y 270, que crecieron en lo que hoy día es el barrio de Triana. Su generosidad acabó haciendo que los vecinos recurrieran a ella cuando tenían algún problema y, además, la tradición indica que eran protectoras de la Giralda, después de que la 'protegieran' en el terremoto que sacudió Carmona en 1504, evitando que se derrumbara.
De hecho, en la Catedral hay una capilla dedicada a ambas santas, en la que se pueden encontrar sus esculturas, que realizó Pedro Duque y Cornejo en 1728. También están presentes en las obras de pintores como Velázquez o Goya, así como en la Iglesia de Santa María la Blanca, en la Capillita del Postigo o en el Ayuntamiento de Sevilla. Incluso en Triana, donde son muy queridas, tienen una parroquia con su nombre.
Las hermanas se dedicaban a la alfarería, y una vez que se encontraban en su taller, pasó por delante un cortejo, que llevaba unas parihuelas con una imagen de la diosa Salambó. Esto ocurrió en el mes de julio, cuando se celebraban las fiestas de Venus.
Uno de los integrantes del cortejo pidió una limosna, que contribuyera con la causa, a las hermanas, que declinaron. La respuesta fue romper las vasijas que Justa y Rufina tenían en su taller, pues se negaron a ser parte de esa fiesta pagana. Pero fue mayor el problema que ocurrió justo después, y es que las alfareras empujaron las parihuelas, cayeron al suelo y se quebró la imagen de la diosa.
Justa y Rufina fueron encarceladas y torturadas para que renegaran del cristianismo. Algo que no consiguieron, pues las hermanas fallecieron sin haber abandonado su fe. Santa Justa perdió la vida después de estar un tiempo presa, mientras que Rufina fue decapitada.
Las Sagradas Cárceles de Santa Justa y Rufina, un lugar que merece la pena visitar
El lugar donde fueron encarceladas y torturadas Santa Justa y Rufina no es tan conocido como otros icónicos monumentos que tiene la ciudad de Sevilla, aunque es muy recomendable visitar, pues se conservan, por ejemplo, un trozo de columna en el que fueron atadas o una cruz, que se dice que tallaron ellas con sus propias uñas mientras estuvieron privadas de su libertad. Además, también se encuentra allí un pozo donde se cree que fue arrojado el cuerpo de Justa y la cabeza de Rufina.
Este lugar se ubica en la actual Basílica de María Auxiliadora y es posible visitarlo, aunque para ello se requiere, previamente, conseguir un permiso.
No hay comentarios