Salir a comer: PanDuro para abrir el apetito

Experiencia, juventud y ganas de emprender son los ingredientes de PanDuro, donde la cocina tradicional se mira desde otra perspectiva aunque conservando el respeto por los productos que da la tierra.

La experiencia en esta taberna que abrió sus puertas hace apenas dos meses la aporta el chef Moisés Vega, que se formó en la Taberna del Alabardero como lo hizo también su compañero en esta aventura, Jorge Ceballo Galán. De la sala se ocupa Pepe Alzugaray, otro sevillano con ganas de aventurarse en su propio negocio y que, dice, llegó al mundo de la gastronomía "casi por casualidad".

La filosofía del local, cuenta Pepe Alzugaray, pasa "porque la gente pierda el miedo al mantel" y para ello su carta está llena de tapas "contundentes y a buen precio". Entre sus propuestas más aplaudidas por los clientes que ya se han convertido en asiduos están el cremoso verde de arroz (un risotto que cambia la nata por una crema de verduras), los gambones sobre gazpacho de tomates asados, el pez espada sobre cítricos o el solomillo de buey.

También los caldos tienen un rincón especial en la taberna, que cuenta con un gran número de referencias de vinos entre los que se encuentran muchas firmas andaluzas. Todas, sin excepción, se sirven tanto por botella como por copa. "Queremos que nuestros clientes puedan probar el vino que deseen aunque sea solo una copa, incluso el cava", dice Pepe.

Productos de la tierra que se someten a una exquisita elaboración y se maridan con los mejores vinos. No obstante, esta fórmula no tiene por qué traducirse en un castigo al bolsillo y así están convencidos en PanDuro. "Por unos 10 o 15 euros un cliente puede almorzar o cenar aquí sin quedarse con hambre", asegura Pepe Alzugaray.

El propio espíritu del local, con aforo para unas 40 personas, se refleja en su versatilidad y dispone de mesas altas, bajas y una barra para que nadie se quede sin probar El PanDuro.