Salir de compras: Artesanía para llevarse a la boca

Ángela Serrato

30 de mayo 2013 - 01:00

EL OBRADOR

"Nosotros no hemos inventado nada. Lo que hacemos ya lo hacían nuestros abuelos". Natalia Trujillo regenta junto a Juan Manuel Mera El Obrador, un negocio especializado en pan y pasta fresca elaborados de manera artesanal y harinas ecológicas. Quizás no hayan inventando nada, pero lo que nadie puede negarles es el mérito de haber devuelto a todo el barrio el placer de disfrutar del pan recién horneado cuyo recuerdo guardamos todos en algún rincón de la memoria.

En el Espacio Tramallol, una cooperativa que nació hace tres años en el seno de un grupo de artesanos y profesionales de distintos ámbitos, El Obrador se ha convertido en lugar de paso obligado para los que frecuentan el entorno de la calle San Luis. La jornada de Natalia y Juan -ambos trabajaban como cocineros antes de embarcarse en esta aventura profesional que es también, dicen, "una elección de vida"- comienza a las cuatro de la mañana, mucho antes de abrir la tienda al público. "El valor añadido de nuestros productos es que se hacen de manera artesanal", cuenta Natalia, "y eso es algo que cada vez la gente valora más", añade. De hecho, continúa, "el prejuicio de que lo ecológico es caro cada vez está más desterrado".

Prueba de ello es el perfil de los clientes que no dejan de pasar por El Obrador una tarde cualquiera. "Viene mucha gente joven pero también mayores, algunos incluso nos ha confesado que había décadas que no probaban un pan así", cuenta Natalia. Pan de centeno, de soja, de miga blanca o con arándanos y nueces o zanahoria y canela. La creatividad no está reñida con lo tradicional y el único límite que se marcan es que "todas las harinas son ecológicas, sin aditivos y andaluzas". El resto, explica Natalia, "siempre ha estado ahí y nosotros sólo hemos acudido a libros de cocina de hace más de medio siglo". En el apartado de pasta, que se vende al peso, el cuidado por lo natural es idéntico, al igual que ocurre con las tartaletas y pizzas que se hornean en este particular obrador.

El objetivo de esta especie de pequeño laboratorio gastronómico es reivindicar el "trabajo artesanal" al tiempo que se recupera una cultura del pan y de la alimentación saludable que se ha ido perdiendo con el avance del, a veces mal entendido, desarrollo económico. El Obrador, que elabora en exclusiva pasta y pan a diferentes restaurantes de la ciudad, reserva también un espacio para la formación y organiza talleres los sábados.

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