Salir de compras: La familia como garantía

En una época marcada por el poder de las grandes superficies y el ritmo frenético de los dictámenes de la moda, encontrar un negocio familiar con más de 40 años de historia es casi como toparse con una especie en peligro de extinción. Dos generaciones de la familia Montero Fornet han hecho posible que la empresa, especializada en textiles para decoración, siga siendo casi medio siglo después de su nacimiento un referente en el sector y, lo que tiene más valor aún, siga contando con la confianza de una clientela totalmente fiel.

Cuenta Pilar Montero que todo comenzó con el pequeño negocio que su padre, gaditano de nacimiento, "abrió en la calle Amargura cuando se trasladó a Sevilla poco después de casarse". Tras más de 15 años en la Avenida San Juan de la Salle -ya como Montero Fornet-, hace casi 20 que la empresa se trasladó a su actual ubicación, en la Avenida Montes Sierra. Desde allí, junto a dos de sus tres hermanos, Pilar ha seguido cultivando un concepto de negocio cercano, profesional y capaz de adaptarse a los nuevos tiempos.

Las telas de Montero Fornet han vestido durante años casas y negocios convirtiéndose en cortinas, mesas de camilla, colchas y todo lo que los clientes han sido capaces de imaginar. En este tiempo tanto Pilar como sus hermanos han hecho suya la norma de estar presentes en cada fase del proceso desde el primer contacto con el cliente hasta la instalación definitiva.

Además de en Sevilla, Montero Fornet -la firma vende directamente al público y también es proveedor de tapiceros- tiene otros dos establecimientos en Cádiz y San Fernando.

Adaptarse a los cambios ha sido a lo largo de sus años de existencia uno de los secretos de la familia para mantener el negocio al máximo rendimiento. Por eso, la tienda sevillana ha decidido ofrecer ahora cursos de patchwork en sus propias instalaciones todos los martes y jueves de 17:30 a 19:30. Renovarse o renovarse es, al fin y al cabo, la norma de la casa.