DESDE 1983 la sede principal de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación, está ubicada en la emblemática plaza de la Contratación, número 8, en un edificio restaurado que fue casa solariega de la familia Vázquez Parladé. La Corporación fue fundada en 1886 (Ver Diario de Sevilla, 8 y 29 de junio de 2011), en una dependencia de la planta baja de la Casa Lonja en la zona cuya fachada da a la Plaza del Triunfo. En este lugar permaneció desde su creación en 1886 hasta 1974.

En 1974 trasladó la sede a la calle Capitán Vigueras y también a la calle Betis, donde localizó parte de sus oficinas de servicios empresariales. Fue en 1983 cuando por iniciativa de su entonces presidente, Juan Miguel Salas Tornero, se trasladó a la plaza de la Contratación, número 8.

En 1992 amplió sus instalaciones a la zona de Sevilla Este, en el Polígono Aeropuerto, funcionando las dos sedes. Dos años más tarde, en 1994, se trasladaron de nuevo todos los departamentos de la Cámara a la sede de Plaza de la Contratación, menos formación, que fue ubicada en el pabellón de la ONCE en la Cartuja. Formación y otros departamentos estuvieron también en la Calle Granada, junto a la plaza Nueva, en parte del edificio del Banco de Bilbao.

En 2007 se trasladó provisionalmente al edificio de Galia Puerto debido a las obras de acondicionamiento y rehabilitación que se llevaron a cabo en la sede de Contratación y que culminaron en 2010. Entonces se trasladaron a la sede de Contratación, Presidencia, Asesoría Jurídica, Corte de arbitraje y Fundación Cámara. Y quedaron en Eusa el resto de los servicios de la cámara.

La emblemática sede de la plaza de la Contratación es, según el doctor arquitecto que realizó la restauración, Antonio González Cordón, "una mansión familiar de tipo francés y de la que quiso respetar su tipología. El origen de la casa data de finales del siglo XVIII, y perteneció a la familia Vázquez Parladé".

La casa tiene tres plantas, la planta baja y principal se constituían por la zona noble, y la tercera era para el servicio, que en este tipo de viviendas solía ser numeroso, también había una pequeña azotea utilizada como tendedero que cubría la caja de escalera, y la parte que cubría el patio tenía una montera de cristal. Se observaba que el patio tenía una dimisión reducida y ahogaba la proyección de la caja de escalera, que era bastante noble, y que esa situación empobrecía de luz la visión de la entrada de la casa.

La transformación, consistió en quitar el techo de la escalera, partir la galería inmediata a esta, suprimir la montera que cubría el patio, quitar los forjados de azotea que rodeaban la zona de servicio haciendo una galería volada, y cubrir toda la zona despejada con una amplia montera, lo que conseguía una luminosidad, que no tenía anteriormente. La decoración de los paramentos, siguió haciéndola con gusto francés y dejó al descubierto en las cabezas de los muros señales inequívocas de la transformación.